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Medianías es el nombre con el que se conoce la zona comprendida alrededor de los 600 metros de altura en el Valle de la Orotava. Allí, vides jóvenes y centenarias de variedades autóctonas hunden sus raíces en los suelos volcánicos de la isla de Tenerife: listán negro, vijariego negro y tintilla se reparten espalderas y cordones trenzados. El trenzado es un método de conducción que consiste en trenzar los sarmientos de la parra y fascina a los enamorados de la viticultura; pese a asegurar buenos rendimientos, requiere muchas horas de trabajo; no obstante, en Suertes del Marqués tienen muy claro que la tradición es un pilar básico de su filosofía de trabajo. En la viña todos los trabajos se realizan a mano y bajo principios ecológicos; las enfermedades se tratan sólo con productos naturales, intentando interferir artificialmente lo menos posible. Ya en bodega, el vino fermenta con levaduras autóctonas y los trasiegos se limitan al mínimo imprescindible. Los vinos fermentan y se crían en cubas de hormigón y barricas viejas, que no marcan el vino. No se utilizan procesos de filtrado y se emplea una pequeña cantidad de sulfuroso sólo en el momento del embotellado. Después de todo un proceso en el que la uva ha tenido el protagonismo absoluto, el Medianías se presenta como un tinto honesto y atlántico que nos traslada a su paisaje de origen a cada sorbo. Tras una capa baja de precioso color rubí emergen los aromas de tierra volcánica y cenizas, de prado silvestre y fruta roja. En boca es sedoso y fresco, con el humo envolviendo una fruta viva y ácida que recuerda a las guindas, con briznas de eucalipto, clavo y pimienta blanca en el trasfondo. Intenso y delicado al tiempo, fluye como la lava, refresca como el viento. Envejecido durante 12 meses en barricas de roble francés de 228 y 500 litros.