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Tentenublo es una bodega familiar situada en la Rioja Alavesa. Su nombre, que hace clara referencia a viejos hábitos, rememora los repiques de campanas que se oían en las iglesias riojanas cuando se quería ahuyentar las nubes de granizo que pudieran echar a perder la cosecha. Al frente del proyecto se encuentra Roberto Oliván, un joven que bebe de una tradición familiar de más de 30 años y que vive empeñado en mostrar una Rioja distinta, transparente. Desde sus viñedos de más de 50 años en Viñaspre, a 600 msnm, Roberto practica una viticultura respetuosa que tiene como objetivo máximo extraer la pureza de los suelos de margas calizas y areniscas y de las escasas uvas que las viejas cepas tienen a bien regalarle. Tentenublo es su vino más conocido, un tinto alegre e informal pero no exento de calidad y complejidad del que elabora unas 8.000 botellas. La fermentación del mosto transcurre bajo el mando de las levaduras silvestres en tinas abiertas de acero inoxidable, mientras que la maloláctica y la posterior crianza tienen lugar en barricas de roble francés. Se trata de un vino repleto de tipicidad, de capa media, aparente fragilidad y destellos rojizos, tal y como se espera de un buen tinto riojano en el que la crianza no es demasiado relevante. Su nariz es floral y afrutada, con un claro predominio de los aromas de fruta roja y finos recuerdos de cacao. Se reconoce en él el carácter genuino de los vinos de Rioja, pero adornado de modernidad y fruta renovadora; láctico y finamente especiado, sus taninos son abundantes a la par que redondos. Equilibrado, vivo y mineral de principio a fin, con un trasfondo cautivador de regaliz. Gustará a todos y enamorará a más de uno. Se recomienda decantar.