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Las mejores anchoas del Cantábrico… con un giro inesperado.
Seleccionamos únicamente las anchoas de primavera, cuando el bocarte llega en su punto perfecto de grasa. Las limpiamos una a una, a mano, en salazón tradicional, y las afinamos en aceite hasta que alcanzan la textura que buscamos: firme, carnosa y delicada.
Y después… llega el humo.
Un ahumado sutil, natural, que potencia el sabor sin enmascararlo. No se trata de disfrazar la anchoa, sino de llevarla un nivel más arriba. Más complejidad. Más profundidad. Más umami. Una anchoa que no solo acompaña un aperitivo… lo convierte en ritual.
Perfectas para disfrutar solas, sobre pan caliente con mantequilla, o con una burrata y tomates confitados.
Si creías que ya lo habías probado todo en anchoas… espera a probar esto.
No necesitas mucho para que brillen. De hecho, cuanto menos, mejor.
¿Ideas? Aquí van unas cuantas:
– Sobre una tostada caliente con mantequilla y ralladura de limón.
– Con una burrata y unos tomates cherry asados.
– Encima de una piparra abierta y un hilo de buen aceite.
– O simplemente… solas, con una copa de vino blanco y silencio.
No es una anchoa para esconder en una ensalada. Es una anchoa para lucirse.
ANCHOA (Engraulis encrasicolus) (PESCADO) con aroma de humo, Aceite de oliva virgen extra, aceite de girasol y sal.
Zona de captura: Atlántico Noroeste FAO 27
Modo de conservación: Conservar en refrigeración entre 0º y 8º C
Las mejores anchoas del Cantábrico… con un giro inesperado.
Seleccionamos únicamente las anchoas de primavera, cuando el bocarte llega en su punto perfecto de grasa. Las limpiamos una a una, a mano, en salazón tradicional, y las afinamos en aceite hasta que alcanzan la textura que buscamos: firme, carnosa y delicada.
Y después… llega el humo.
Un ahumado sutil, natural, que potencia el sabor sin enmascararlo. No se trata de disfrazar la anchoa, sino de llevarla un nivel más arriba. Más complejidad. Más profundidad. Más umami. Una anchoa que no solo acompaña un aperitivo… lo convierte en ritual.
Perfectas para disfrutar solas, sobre pan caliente con mantequilla, o con una burrata y tomates confitados.
Si creías que ya lo habías probado todo en anchoas… espera a probar esto.
No necesitas mucho para que brillen. De hecho, cuanto menos, mejor.
¿Ideas? Aquí van unas cuantas:
– Sobre una tostada caliente con mantequilla y ralladura de limón.
– Con una burrata y unos tomates cherry asados.
– Encima de una piparra abierta y un hilo de buen aceite.
– O simplemente… solas, con una copa de vino blanco y silencio.
No es una anchoa para esconder en una ensalada. Es una anchoa para lucirse.
ANCHOA (Engraulis encrasicolus) (PESCADO) con aroma de humo, Aceite de oliva virgen extra, aceite de girasol y sal.
Zona de captura: Atlántico Noroeste FAO 27
Modo de conservación: Conservar en refrigeración entre 0º y 8º C
