La cáscara se obtiene a partir de un proceso que incluye la limpieza del grano de cacao, su tuesta y trilla. De esta manera se separa la cascarilla del fruto del cacao, que es el que se utiliza para la elaboración de chocolates.
Es rica en magnesio y teobromina y muy útil en caso de debilidad.
Envase: 100 gramos en cómoda bandeja de plástico.
Origen: Colombia
Preparación:
La cascarilla se deja en maceración con agua un mínimo de dos horas o bien toda la noche. Luego se la hace hervir durante cinco minutos. La proporciones de dos cucharadas soperas por cada taza de agua.
Se puede beber sola o con leche.
Además de ser rico en magnesio, ácidos oleico y linoleico, vitaminas y pectinas, la cáscara de cacao es rica en el alcaloide teobromina que le confiere sus virtudes más relevantes sobre la salud, siendo un excelente aliado en caso de:
• Cuadros inflamatorios. La teobromina es diurética y antiinflamatoria, por lo que resulta un buen tratamiento complementario para paliar la retención de líquidos o edemas en el organismo. Para ello se tomará en decocción dos veces al día a razón de una cucharada de cáscara de cacao por dosis.
• Deficiencia de magnesio. En todo tipo de deficiencias de magnesio, la decocción de la cáscara de cacao ofrece un buen aporte de este mineral. Sus efectos se notan a largo plazo. Puede endulzarse con miel o un poco de azúcar integral de caña para que no resulte excesivamente amarga.
• Astenia. La teobromina es un estimulante suave, por lo que resulta un buen sustitutivo del café, cuya cafeína es mucho más excitante.
• Diarrea. Es eficaz para cortar diarreas y recobrar el buen funcionamiento del intestino, con la ventaja sobre otras sustancias de que elimina las bacterias patógenas intestinales, propias de las diarreas.
La cáscara de cacao aunque es un alimento natural, no deben tomarlo aquellas personas que presenten alergias a los derivados del cacao e hipertensión, ya que es excitante pero no tanto como el café.
El cacao tiene un alto contenido de grasas indeseables para nuestro organismo y un alto porcentaje de ácido oxálico. Su consumo excesivo deja residuos tóxicos que interfieren en el proceso circulatorio y que pueden originar ácido úrico, colesterol, etc.
El chocolate puede reemplazarse por la cascarilla de cacao, la cual es la cascara o parte externa del grano y contiene sólo entre un 2.85 a 3.14% de grasa en relación con el 30 a 50% del cacao.