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El Champagne Claude Cazals La Chapelle du Clos 2016 Magnum es una exquisita expresión de la prestigiosa región de Le Mesnil-sur-Oger, ubicada en el corazón de la Côte des Blancs, famosa por sus excepcionales viñedos de Chardonnay.
Esta cuvée proviene de una añada destacada, 100% Chardonnay, que refleja la elegancia y la pureza del terruño calcáreo. Claude Cazals, una maison familiar con más de un siglo de tradición, ha creado una joya enológica que combina precisión y autenticidad.
Vista: Presenta un color amarillo dorado brillante, con burbujas finas y persistentes que forman un delicado rosario en la copa.
Nariz: Aromas frescos y elegantes dominados por notas de flores blancas, cítricos maduros y manzana verde. A medida que evoluciona en la copa, surgen sutiles toques de brioche, almendras tostadas y minerales.
Boca: En boca es vibrante y estructurado, con una acidez perfectamente equilibrada que le otorga frescura. Los sabores cítricos y de frutas de hueso, como el melocotón y la nectarina, se complementan con notas de mantequilla y tostados provenientes de su crianza sobre lías. El final es largo y mineral, con una persistencia excepcional.
El Champagne Claude Cazals La Chapelle du Clos 2016 Magnum es una exquisita expresión de la prestigiosa región de Le Mesnil-sur-Oger, ubicada en el corazón de la Côte des Blancs, famosa por sus excepcionales viñedos de Chardonnay.
Esta cuvée proviene de una añada destacada, 100% Chardonnay, que refleja la elegancia y la pureza del terruño calcáreo. Claude Cazals, una maison familiar con más de un siglo de tradición, ha creado una joya enológica que combina precisión y autenticidad.
Vista: Presenta un color amarillo dorado brillante, con burbujas finas y persistentes que forman un delicado rosario en la copa.
Nariz: Aromas frescos y elegantes dominados por notas de flores blancas, cítricos maduros y manzana verde. A medida que evoluciona en la copa, surgen sutiles toques de brioche, almendras tostadas y minerales.
Boca: En boca es vibrante y estructurado, con una acidez perfectamente equilibrada que le otorga frescura. Los sabores cítricos y de frutas de hueso, como el melocotón y la nectarina, se complementan con notas de mantequilla y tostados provenientes de su crianza sobre lías. El final es largo y mineral, con una persistencia excepcional.
