Originaria del Perú. España es actualmente el primer productor mundial, con casi el 80% del total. Dr forma más o menos redondeada y de piel verde reticulada, se consume por su pulpa blanca, dulce y muy aromática. Se toma principalmente cruda, aunque también se emplea en mermeladas, batidos o helados.
Contiene un 20% de carbohidratos, principalmente glucosa y fructosa. Esto hace que sea una buena fuente de energía: una chirimoya pequeña de 200 gramos proporciona 172 calorías. Se trata, sin embargo, de un alimento con una baja densidad energética: aporta pocas calorías en relación a su volumen, lo que quiere decir que sacia más que otros alimentos que aportan tantas o más calorías. Al mismo tiempo resulta muy nutritiva, pues vitaminas y minerales están muy concentrados en su pulpa. Contiene abundantes vitaminas del grupo B y de vitamina C, así como buenas cantidades de potasio, calcio y hierro, y aunque en muy baja proporción también cinc, yodo, cobre y manganeso. La composición nutricional de esta fruta, así como su contenido en compuestos fitoquímicos específicos, se asocian a una serie de beneficios para la salud.
Regula la tensión arterial
Fortalece huesos y músculos
Combate la Anemia
200 gramos de chirimoya aportan el 8% del hierro que se precisa al día
Favorece la digestión
Su contenido en enzimas y por su porción de fibra soluble contribuye a proteger la flora intestinal