Se cultivan en climas tropicales y subtropicales, ya que no toleran las bajas temperaturas.
Existen 4 variedades básicas de mandarinas:
- Satsumas: poco paladar, las primeras de la temporada.
- Okitsu /Owari: pocas semillas, tamaño mediano, buen sabor, buena conservación, de las primeras de la temporada.
- Clausellina: baja calida, escaso paladar, de las primeras de temporada.
- Clementinas: buen sabor, se pelan fácilmente.
- Marisol: buen tamaño, buen color de corteza, mucho zumo, escaso paladar, de las primeras de la temporada.
- Oronules: mucho zumo, de las primeras de temporada, el mejor paladar, buen brillo y pocas semillas.
- Clemenule: de media temporada, buen tamaño y color intenso, mucho zumo, gran sabor, fácil de pelar y pocas semillas. Clemenpons es una variedad híbrida más pequeña.
- Clementina fina: de media temporada, tamaño pequeño, color naranja intenso, mucho zumo, el mejor sabor y fácil de pelar.
- Clemenvillas:
- Clemenvilla o Nova: tamaño mediano/grande, muy rojiza, buena calidad, jugosa, agridulce, fácil de pelar, se seca cuando madura.
- Híbridos:
- Ortanique: la más tardía, tamaño medio grande, un poco achatada, mucho zumo, dulce, difícil de pelar, color intenso. Fortuna es una variedad híbrida más pequeña.
Su temporada es de septiembre a marzo.
Las mandarinas contienen mucha agua, hidratos de carbono y fibra. Son ricas en vitamina C y en menor cantidad en provitamina A, y vitaminas B1, B2, B3, B6; minerales: potasio, calcio, magnesio, fósforo; y ácido fólico, gran cantidad de ácido cítrico, ácido oxálico, betacaroteno, antioxidantes. Por eso son beneficiosas para eliminar líquidos, ya que son diuréticas, ayudan a quemar grasa, evitan la hipertensión, el colesterol, la anemia ferropénica. También son desintoxicantes y depuradoras; favorecen el tránsito intestinal, evitan la gota, artritis, reuma, ácido úrico; refuerzan el sistema inmunológico, combaten los problemas cardiovasculares y las enfermedades degenerativas; mitigan la tos, catarros y resfriados y son antisépticas en conductos urinarios y digestivos. Pero no se recomiendan a personas con problemas digestivos: gastritis, hernia de hiato, acidez, úlceras y con enfermedades renales.
A la hora de comprarlas conviene elegir las más pesadas, porque son las más jugosas.