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Clos de l’Obac 2015 es un vino tinto de alta gama elaborado por Costers del Siurana, una de las bodegas fundadoras del renacimiento vitivinícola del Priorat en los años 80.
Este vino emblemático es un coupage perfectamente equilibrado de Garnacha, Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot y Cariñena, todas procedentes de viñedos de montaña plantados en suelos de licorella (pizarra), el sello distintivo de esta región vitícola única en el mundo.
Cada añada de Clos de l’Obac se elabora con un ensamblaje constante de variedades y proporciones, lo que garantiza una continuidad estilística centrada en la elegancia, longevidad y expresión del terroir prioratino. La añada 2015 destaca por su concentración, profundidad y equilibrio.
Color cereza picota con ribetes granates. Alta intensidad y brillantez. Capa profunda que denota estructura y concentración.
Intensa y muy compleja. Aromas de fruta negra madura (arándanos, moras), hierbas mediterráneas (romero, tomillo), especias finas (pimienta negra, clavo) y notas minerales (grafito, pizarra). Con el tiempo en copa, emergen matices de cacao, tabaco rubio y cuero fino, fruto de su crianza en roble francés.
Entrada poderosa pero elegante. Estructura firme con taninos pulidos y gran equilibrio entre fruta, madera y acidez. El carácter mineral del Priorat aparece con fuerza, dando lugar a un final largo, profundo y persistente, con un retrogusto especiado y balsámico. Un vino que invita a la reflexión y promete una gran evolución en botella durante los próximos 15-20 años.
Clos de l’Obac 2015 es un vino tinto de alta gama elaborado por Costers del Siurana, una de las bodegas fundadoras del renacimiento vitivinícola del Priorat en los años 80.
Este vino emblemático es un coupage perfectamente equilibrado de Garnacha, Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot y Cariñena, todas procedentes de viñedos de montaña plantados en suelos de licorella (pizarra), el sello distintivo de esta región vitícola única en el mundo.
Cada añada de Clos de l’Obac se elabora con un ensamblaje constante de variedades y proporciones, lo que garantiza una continuidad estilística centrada en la elegancia, longevidad y expresión del terroir prioratino. La añada 2015 destaca por su concentración, profundidad y equilibrio.
Color cereza picota con ribetes granates. Alta intensidad y brillantez. Capa profunda que denota estructura y concentración.
Intensa y muy compleja. Aromas de fruta negra madura (arándanos, moras), hierbas mediterráneas (romero, tomillo), especias finas (pimienta negra, clavo) y notas minerales (grafito, pizarra). Con el tiempo en copa, emergen matices de cacao, tabaco rubio y cuero fino, fruto de su crianza en roble francés.
Entrada poderosa pero elegante. Estructura firme con taninos pulidos y gran equilibrio entre fruta, madera y acidez. El carácter mineral del Priorat aparece con fuerza, dando lugar a un final largo, profundo y persistente, con un retrogusto especiado y balsámico. Un vino que invita a la reflexión y promete una gran evolución en botella durante los próximos 15-20 años.