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Clos de l’Obac Miserere 2015 es una obra maestra de la viticultura prioratina, elaborada por Costers del Siurana, bodega pionera en la revolución de vinos de calidad en el Priorat.
Este vino es un coupage equilibrado y atemporal, compuesto por Cabernet Sauvignon, Garnacha, Merlot, Syrah y Tempranillo, procedentes de viñas cultivadas en costers (laderas escarpadas) de licorella, el característico suelo de pizarra del Priorat.
A diferencia de otros vinos del mismo terroir, Miserere apuesta por una expresión más contenida, elegante y longeva, convirtiéndose en un vino de guarda con alma borgoñona dentro del corazón mediterráneo.
Color granate profundo con ribetes teja en evolución. Capa media-alta, limpio y brillante.
Aromas complejos e integrados. Predominan notas de fruta negra madura (ciruelas, moras), acompañadas de especias dulces (canela, clavo), tabaco, cuero y recuerdos balsámicos. La mineralidad de la licorella está muy presente, aportando profundidad y carácter. Evolución aromática elegante con oxigenación.
Estructura fina y equilibrada. Taninos pulidos y acidez viva que refresca y alarga el paso. Sabores de fruta confitada, especias, cacao amargo y un fondo mineral que persiste largamente. Final largo, armonioso y con gran potencial de envejecimiento.
Clos de l’Obac Miserere 2015 es una obra maestra de la viticultura prioratina, elaborada por Costers del Siurana, bodega pionera en la revolución de vinos de calidad en el Priorat.
Este vino es un coupage equilibrado y atemporal, compuesto por Cabernet Sauvignon, Garnacha, Merlot, Syrah y Tempranillo, procedentes de viñas cultivadas en costers (laderas escarpadas) de licorella, el característico suelo de pizarra del Priorat.
A diferencia de otros vinos del mismo terroir, Miserere apuesta por una expresión más contenida, elegante y longeva, convirtiéndose en un vino de guarda con alma borgoñona dentro del corazón mediterráneo.
Color granate profundo con ribetes teja en evolución. Capa media-alta, limpio y brillante.
Aromas complejos e integrados. Predominan notas de fruta negra madura (ciruelas, moras), acompañadas de especias dulces (canela, clavo), tabaco, cuero y recuerdos balsámicos. La mineralidad de la licorella está muy presente, aportando profundidad y carácter. Evolución aromática elegante con oxigenación.
Estructura fina y equilibrada. Taninos pulidos y acidez viva que refresca y alarga el paso. Sabores de fruta confitada, especias, cacao amargo y un fondo mineral que persiste largamente. Final largo, armonioso y con gran potencial de envejecimiento.