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Descubre la Caja de Bombones Surtidos Amatller 144 g: una selección exquisita presentada en un estuche de diseño floral que rinde homenaje al arte de la sobremesa y al placer de compartir. Pensada para sorprender cuando recibes invitados, llevar a una reunión o convertir un regalo en un gesto lleno de intención.
La colección Flors de Chocolate Amatller está creada para quienes reciben en casa y buscan sorprender con un gesto elegante. Se presenta en la mesa como un detalle que eleva la sobremesa y acompaña el café con discreción, estilo y un punto de ritual.
En su interior, 48 bombones componen una paleta clásica y equilibrada: chocolate negro 70 % con naranja, chocolate con leche y café, chocolate con leche y frambuesa y chocolate blanco con limón.
Piensa en esta colección como un símbolo de hospitalidad: se coloca en el centro, se comparte sin prisa y acompaña el café o una copa de postre mientras la conversación fluye. Es un detalle que sorprende por su presentación, por la armonía de sabores y por la sensación de cuidado que deja en la mesa, perfecto tanto para una sobremesa íntima como para una celebración entre amigos.
El estuche metálico con motivos florales, inspirado en la iconografía modernista de la marca, aporta presencia en la mesa sin necesidad de envoltorios adicionales.
Descubre la Caja de Bombones Surtidos Amatller 144 g: una selección exquisita presentada en un estuche de diseño floral que rinde homenaje al arte de la sobremesa y al placer de compartir. Pensada para sorprender cuando recibes invitados, llevar a una reunión o convertir un regalo en un gesto lleno de intención.
La colección Flors de Chocolate Amatller está creada para quienes reciben en casa y buscan sorprender con un gesto elegante. Se presenta en la mesa como un detalle que eleva la sobremesa y acompaña el café con discreción, estilo y un punto de ritual.
En su interior, 48 bombones componen una paleta clásica y equilibrada: chocolate negro 70 % con naranja, chocolate con leche y café, chocolate con leche y frambuesa y chocolate blanco con limón.
Piensa en esta colección como un símbolo de hospitalidad: se coloca en el centro, se comparte sin prisa y acompaña el café o una copa de postre mientras la conversación fluye. Es un detalle que sorprende por su presentación, por la armonía de sabores y por la sensación de cuidado que deja en la mesa, perfecto tanto para una sobremesa íntima como para una celebración entre amigos.
El estuche metálico con motivos florales, inspirado en la iconografía modernista de la marca, aporta presencia en la mesa sin necesidad de envoltorios adicionales.
