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Edetària ofrece dos gamas de vinos: la gama Edetària, superior, que demuestra el potencial de los varietales autóctonos, garnacha y cariñena, y su mediterraneidad, y la gama Via Edetana, que incorpora varietales internacionales como la viognier y la syrah, introducidas en la zona desde hace ya muchos años y perfectamente arraigadas. En todos sus vinos, blancos y tintos, se aprecia el carácter del terruño, responsable último de esa huella particular, una tierra árida y dura que premia con la elegancia el trabajo respetuoso de quien la cultiva con estima y sensibilidad, con conocimientos y esfuerzo. Edetana tinto es un vino muy puro e insinúa aires de gran vino; puro y profundo. Concédanle algo de tiempo antes de servirlo y verán cuán agradecido se revelará, y rico, y completo. Entre la profundidad de la fruta y una suave fragancia floral, de hierbaluisa, menta seca, suelo árido y especias, destaca su carácter fresco, un frescor que debe especialmente y curiosamente, a las uvas de syrah, plantadas sobre unos suelos de gran profundidad y con una moderada capacidad de retención de agua que mantienen la fruta siempre fresca y tersa. En los vinos de Edetària el terruño dirige siempre el fruto y en este vino es evidente también, terrenos de composición diversa, que enriquecen y hacen más complejo el resultado final. En Edetana, la siempre seductora garnacha nos sirve la primera copa, la syrah la rellena con volumen y golosidad, y la cariñena la completa con su toque fragante, profundo y distinguido. Una buena fusión entre terruño, fruta y paisaje, un vino de perfil serio, color intenso y brillante, a un precio muy asequible. Envejecido durante 12 meses en barricas de 300 y 500 litros de roble francés, de tercer y cuarto vino.