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El viñedo Rancia goza de una situación de absoluto privilegio. Está situado a unos 400 m. de altitud, sobre las nobles colinas que rodean la localidad de Castelnuovo Berardenga, en el extremo meridional de la subzona del Chianti Classico, muy cerca de las denominaciones de Brunello di Montalcino, Nobile di Montepulciano y los vinos de la Maremma. Aquí el terreno es rico en calizas y galestro (una variedad de pizarra arcillosa típica en la zona), un tipo de suelo que imprime unas características únicas a las uvas de sangiovese. De este viñedo nace Rancia, un vino refinado y de textura aterciopelada que seduce desde el primer sorbo. En copa se presenta de color rojo rubí, consistente, y en nariz es muy completo: rico en aromas frutales, florales, especiados, minerales y también balsámicos. La impresión más inmediata es de un vino de aromas primarios, de una fruta llena y jugosa, que demuestra la calidad de los racimos, recogidos en su momento óptimo de maduración (granos pequeños repletos de fruta dulce roja y negra, con notas de rosa), pero en seguida despliega un delicioso bouquet de aromas especiados procedentes de su crianza durante 18 meses en barricas nuevas, y termina deleitando con ese fondo mineral, que delata la excepcionalidad del terreno en el que las cepas ahondan sus raíces. En boca, Rancia es directo, fresco y de gran equilibrio, con una textura elegante y unos taninos sabrosos y consistentes que, arropados por unos suaves especiados, nos dirigen hacia un final de larga persistencia.