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Uno de los productos más apreciados de esta bodega, por no decir el que más, gracias al extraordinario equilibrio que presenta entre nervio y redondez. Chianti Classico Riserva de Fèlsina (un nombre procedente del etrusco que denominaba los lugares de hospedaje y comida), procede de los mejores viñedos de Castelnuovo Berardenga, en la parte sudoriental de la zona de producción del Chianti Classico. Orientados casi exclusivamente al sudoeste, a una altitud que va de los 320 a los 420 metros sobre el nivel del mar, sobre terrenos aluviales ricos en arena y limo, estas características del viñedo favorecerán la estructura y verticalidad del vino. Embotellado desde 1967, este Chianti Classico Riserva, un monovarietal de sangiovese, no sólo es un referente de esta denominación, sino que además ofrece una excelente relación calidad-precio. El viñedo, plantado en los años setenta, se beneficia de las más modernas técnicas de cultivo y se vendimia durante las tres primeras semanas de octubre para garantizar una uva en perfecto estado de maduración. La maceración de las uvas se realiza en depósitos de acero hasta llegada la primavera, cuando el vino pasa a envejecer en barricas de roble francés de segundo y tercer uso y en barriles de roble de Eslavonia de capacidad mediana, donde madura entre 12 y 16 meses. De un bello color rubí, intenso y con reflejos granate, este reserva se presenta en nariz con notas florales de violetas y malvas y otras notas frutales de mora y cereza. Sobre un fondo mineral, presenta también notas de sotobosque, cacao, orégano y suaves especias. Estos aromas los percibimos también en boca, donde encontramos un vino pleno y vertical, elegantemente tánico y agradablemente mineral. Envolvente y saciante, con una persistencia ligeramente amarga que nos habla del territorio y nos invita a un nuevo trago.