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Xabre es un vino distinto a la inmensa mayoría de vinos que habrán probado. Aromático, fresco y floral; sorprendente, interesante y delicioso. Elaborado además con gran maestría y cuidado en todos los detalles: el vino, la botella y la etiqueta. Una creación original, hecha con muy buen gusto del que se elaboran poco más de 3.000 botellas. Pura artesanía. Xabre es muy agradable, en nariz y en boca, y con un bonito color con una capa media-baja, elegante. Su gran virtud es la armonía: una fruta madura, expresiva y jugosa, y una paleta de aromas y sabores de notable complejidad y originalidad. Aunque está elaborado mayoritariamente con uvas de mencía (90%), descubrirán con él otra mencía. Es un vino sugerente al olfato. De entrada, exhibe un frescor vegetal muy seductor (el color verde de la cápsula no es casual), con aromas silvestres más profundos (abetos y cipreses) o más ligeros, de hierba recién cortada, y sigue con un aire navideño, por su perfil especiado, dulce, con notas florales también y recuerdos medicinales. No hay aristas, todo es equilibrio. En boca es delicado, de cuerpo medio con una textura jugosa y un dulzor agradable, que deja una sensación glicérica sobre la lengua, con esos mismos recuerdos vegetales y de madera muy pulida en el postgusto, que persisten y persisten. Original y muy apetecible, con una graduación moderada. Envejecido durante 10 meses en barricas de roble francés y posteriormente, durante 6 meses, en un fudre troncocónico de 45 Hl de roble francés.