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Entre las cepas centenarias de verdejo de El Pago de Saltamontes, viñedo familiar anterior a 1863, se encuentra una insólita cepa tinta, de genética desconocida, que Javier Sanz ha recuperado por su originalidad y sólo se encuentra hoy en sus viñedos.
La colorado es una variedad genuina ya por su ampeología: hojas brillantes y muy dentadas, uvas pequeñas, cilíndricas y sueltas (lo que favorece su aireación e insolación) y pulpa blanca con vetas tintas. Además, es una planta de gran vigor y dificultad de granado, con producciones de gran calidad pero bajo rendimiento, por lo que exige un continuo mimo en el viñedo. Tras años de injertos para reproducir la única planta original de esta variedad desaparecida, la colorado se asienta en los viñedos familiares de La Seca, caracterizados por suelos compuestos por una superficie de cantos rodados y subsuelo arcilloso, lo que favorece una mejor regulación térmica e hídrica.
Este vino destaca por su originalidad.
En nariz, es un vino complejo que evoluciona mostrando una gran diversidad aromática. Especiado, balsámico, ofrece notas de monte bajo, siempre con un fondo nítido de fruta (mora, frambuesa y ciruela). Sorprende por la gran personalidad y amplitud de sus registros aromáticos.
En boca, es un vino sabroso, fresco, con una agradable acidez, que destaca sobre todo por su postgusto muy sabroso y su extraordinaria persistencia