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Macallan Rare Cask es un whisky excepcional, creado a partir de una selección meticulosa de barriles de roble ex-cherez. Los maestros destiladores de Macallan eligen menos del 1% de los barriles disponibles para garantizar la calidad y exclusividad de este producto. El proceso de elaboración se basa en el uso de barriles de roble europeo y americano, que han sido previamente envejecidos con cherez. Esta combinación aporta una riqueza y complejidad única en el whisky.
El Macallan Rare Cask es un whisky excepcional, creado a partir de una selección meticulosa de barriles de roble ex-cherez. Los maestros destiladores de Macallan eligen menos del 1% de los barriles disponibles para garantizar la calidad y exclusividad de este producto. El proceso de elaboración se basa en el uso de barriles de roble europeo y americano, que han sido previamente envejecidos con jerez. Esta combinación aporta una riqueza y complejidad única en el whisky.
Los sabores del Macallan Rare Cask son profundos y variados, resultado de la calidad de los barriles y el proceso de envejecimiento. En el olfato, este whisky ofrece una fragancia rica y compleja con notas de vainilla, pasas, manzana asada y chocolate negro, con sutiles toques de jengibre y nuez moscada que añaden una capa de especiación.
En boca, el Macallan Rare Cask despliega una explosión de sabores. En el primer trago, se pueden percibir notas dulces de vainilla y caramelo, que se mezclan armoniosamente con los frutos secos como los higos y las pasas. A medida que el whisky se desarrolla en el paladar, emergen sabores más complejos como la miel y las especias, especialmente la canela y el clavo, que aportan una calidez agradable.
El final es largo y persistente, dejando una sensación cálida y rica con notas de chocolate negro y roble tostado. Esta profundidad de sabores se debe al tiempo de envejecimiento en barriles de roble seleccionados, que permiten al whisky absorber las mejores calidades de la madera y el jerez.
Maridaje
Macallan Rare Cask se complementa perfectamente con alimentos que resaltan sus sabores ricos y complejos. Quesos azules como el Roquefort o quesos curados como el Parmesano pueden destacar las notas especiadas y afrutadas del whisky. También es ideal con postres de chocolate negro o frutos secos, como almendras y nueces, que armonizan con las notas de frutos secos del whisky.
Para aquellos que prefieren un maridaje salado, las carnes rojas a la parrilla, como un solomillo de ternera o un entrecot, son una elección excelente. La intensidad y textura de la carne complementan la riqueza del whisky, creando una experiencia gastronómica inolvidable.