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Agradable, bien hecho y completo; he aquí la primera impresión. Vivo, cambiante pero siempre equilibrado, y complejo, los términos con los que iríamos perfilando su personalidad. En conjunto, un bueno vino de la tierra, de un paisaje, un buen vino de la Tierra de Mallorca. Difícil encontrar en las Islas Baleares un vino de esta calidad y resultado a este precio. Conociendo un poco más el vino y su historia, descubrimos que esa calidad no es casual, como era de esperar. Los hermanos Bàrbara y Jaume son la cuarta generación de una familia dedicada al vino y al viñedo, apasionados por el vino y todo lo que lo rodea, comprometidos con la tierra y la naturaleza. Trabajan bajo los preceptos de la biodinámica, buscando el equilibrio del ecosistema, protegiendo y potenciando la diversidad biológica, para poder expresar el potencial, el vigor y la autenticidad del viñedo. Su pasión y dedicación se perciben en el vino. Callet y mantonegro en mayor parte, y syrah y merlot, son las variedades que se mezclan para lograr este vino de color picota vivo y brillante, con jugosos aromas de frutas del bosque, agradablemente dulces, puros y frescos, completado con notas florales y minerales, de tinta china y terrosas que nos recuerda a algún vino prioratino incluso; un tinto con una buena estructura, con nervio y un fondo de madera nueva (no de tostados ni vainillas, madera nueva y limpia) en boca. Un vino muy frutal y de notable persistencia. 'Sincronía' es, como vocablo, la coincidencia en el tiempo y Sincronia Negre la magia que reúne un fruto, un trabajo y una pasión en una copa para nuestro gozo y placer. Criado durante 4 meses en barricas de roble francés y americano de segundo y tercer año.