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Uno de los dulces más representativos de Euskadi, el pastel vasco o tarta vasca, es un postre originario del país vasco francés. En un principio estaba relleno de la fruta de la zona, cerezas y moras. Después se sustituyó el relleno por crema, y hoy en día podemos encontrar multitud de variedades
El Pastel Vasco o Tarta Vasca es un postre de origen vasco-francés que se ha extendido a todo el territorio. Originariamente era un pastel que se cubría con una tapa superior, pero hoy existen diversas versiones según donde se elaboren. Su historia comienza en los siglos XVII y XVIII, cuando los viajeros lo consumían y por la dificultad de recordar su nombre lo llamaban “pastel de los vascos”, pasando a “pastel vasco”.
Se elabora a base de una masa que se rellena de diferentes ingredientes, según sea la versión: inicialmente era de cerezas negras, pero hoy los hay de crema inglesa, orejones, melocotón y otras confituras. La versión peninsular aparece al final del siglo XIX y XX, rellena de sabrosa crema pastelera.
Esta es la versión que os presentamos, recogiendo la tradición que nos han legado las generaciones anteriores.
Uno de los dulces más representativos de Euskadi, el pastel vasco o tarta vasca, es un postre originario del país vasco francés. En un principio estaba relleno de la fruta de la zona, cerezas y moras. Después se sustituyó el relleno por crema, y hoy en día podemos encontrar multitud de variedades
El Pastel Vasco o Tarta Vasca es un postre de origen vasco-francés que se ha extendido a todo el territorio. Originariamente era un pastel que se cubría con una tapa superior, pero hoy existen diversas versiones según donde se elaboren. Su historia comienza en los siglos XVII y XVIII, cuando los viajeros lo consumían y por la dificultad de recordar su nombre lo llamaban “pastel de los vascos”, pasando a “pastel vasco”.
Se elabora a base de una masa que se rellena de diferentes ingredientes, según sea la versión: inicialmente era de cerezas negras, pero hoy los hay de crema inglesa, orejones, melocotón y otras confituras. La versión peninsular aparece al final del siglo XIX y XX, rellena de sabrosa crema pastelera.
Esta es la versión que os presentamos, recogiendo la tradición que nos han legado las generaciones anteriores.