La patata Vitelotte o patata violeta recibe este nombre por su tonalidad violácea y, además de lo vistoso de las recetas que podemos preparar con ella, tiene un aroma, unas propiedades y una textura que la diferencian de las patatas tradicionales.
La piel de este tubérculo es más oscura y la carne de un color violeta o azulado algo más claro. A pesar de su aparente “rareza”, la patata vitelotte tiene numerosas utilidades en la cocina y, además, posee nutrientes que merece la pena destacar.
Las patatas violetas o Vitelotte son ricas en antioxidantes (sobre todo gracias a su alto contenido en antocianinas, responsables también de darles ese color tan particular), característica que comparten con otros alimentos de color violeta, como los arándanos (puedes saber más sobre el color de los vegetales y sus nutrientes en nuestro artículo “El significado del color de los alimentos”). Por ello, este tipo de patata es eficaz para combatir el colesterol alto y otras enfermedades cardiovasculares. Otro de los beneficios de las patatas violetas es que tienen propiedades que ayudan a reducir la hipertensión, como reveló un estudio realizado por la Universidad de Scranton en Pennsylvania. Además, también es reseñable su alto contenido en vitamina C y la presencia de potasio y otros nutrientes en la piel, por lo que cocinarla sin pelar también es una buena alternativa. Si nos centramos en sus propiedades antiinflamatorias, hay que señalar que las patatas violetas también son efectivas para dolencias con estos síntomas gracias a las ya citadas antocianinas.