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Finca La Garriga es, junto con Finca Malaveïna y Finca Espolla, uno de los tres grandes vinos de finca de Castillo de Perelada, elaborado 100% con la variedad autóctona samsó (o cariñena), procedente de vides de más de cincuenta años. Su marcada personalidad varietal, su mineralidad (especialmente en nariz) y su frescor hacen que sea fácilmente confundible, a ciegas, con un vino del Priorat, aunque un priorato de los suaves. Es asombrosa la facilidad con la que se deja beber un vino de esta madurez, intensidad y complejidad; en su conjunto, es un vino tremendamente fresco, apetecible y potente, parece que los aromas se peleen para salir de la copa. Nos regala aromas de fruta madura, fruta dulzona, ricas notas terciarias (champiñones, humus) y un suave frescor mentolado; un vino complejo. Cautivados por esa explosión de aromas, consigue seducirnos en boca: una entrada jugosa, intensa, densa pero seca, con notas de piel de naranja... lo confirman como un vino serio y elegante. Aunque no presenta en boca la misma complejidad que en nariz, la fruta se mastica (fresa y fruta roja especialmente), es carnosa, y ofrece un conjunto cálido, con buena intensidad, notas especiadas sobre un fondo de suave mineralidad y sutiles notas de crianza (acostumbrados al roble francés, hay que remarcar que este vino envejece en barricas de roble americano). A lo largo de toda la cata da la impresión de ofrecer potencia contenida, para poder disfrutar de él sorbo a sorbo, sin cansarnos, hasta el final. Envejecido durante 16 meses en barricas nuevas de roble americano y el resto en botella.