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Vinos como este Cerasuolo di Vitoria nos invitan a viajar y a la vez nos traen el paisaje a casa; nos invitan a sentarnos y a relajarnos, a tomarnos la vida con calma; son vinos que marcan otros ritmos, suaves, delicados, vinos femeninos. Cerasuolo di Vitoria nace en Sicilia de padres autóctonos: nero d'Avola (60%) y frappato (40%) y es auténticamente mediterráneo. En color, cereza, de media capa, con ribete carmín. En aromas, los más inmediatos son los de fruta viva y refrescante, de frutas ácidas y jugosas como la cereza (Cerasa significa 'cereza' en el dialecto siciliano), las fresas o las granadas. Es fresa ácida pero también es graso y seco, atrayente y serio, equilibrado. Algunos vinos sicilianos tienen un carácter muy particular, pero Cerasuolo es mediterráneo en general. Aúna el frescor de la cereza con la calidez del terruño, las notas frescas de plantas silvestres con el perfume de notas florales, aterciopeladas, y el carácter glicérico de las aceitunas, también mediterráneas. Invita a beber, la nariz atrae. Es un vino muy accesible y de trago fácil, con nervio y frutoso, notablemente intenso, con cuerpo. Tiene una textura suave, cremosa pero también cierta sequedad polvorienta, que no secante, que le otorga seriedad; se desliza en boca con facilidad y no disimula un cierto dulzor. Se bebe con placer. Preparen un buen plato de cocina mediterránea, conejo a las finas hierbas, embutidos, carnes rojas especiadas, pescados grasos o incluso hígado de rape o foie, y siéntense a disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Acompañado o solo, una copa les resultará insuficiente. Envejecido en barrica.