Contribuye al sistema inmunitario.
La Uña de gato es una planta trepadora de la familia de las rubiáceas. Es originaria del Perú y debe su nombre a la forma peculiar de los aguijones de la base de las hojas. La parte activa de esta hierba es la corteza, que contiene alcaloides oxindólicos (dihidrocorinanteína, isorincofilina, pteropodina, mitrafilina, rincofilina, especiofilina, hirsutina, isomitrafilina, N-óxido-isomitrafilina, N-óxido-dihidrocorinanteína, N-óxido-hirsutina, uncarina F y yohimbina); alcaloides indólicos, heterósidos quinóvicos, triterpenos, esteroides, polifenoles y proantocianidinas.
Tradicionalmente, la uña de gato se ha utilizado como inmunoestimulante y antiinflamatoria. Este último efecto se debe a su capacidad de inhibir los TNF alfa (factor de necrosis tumoral) y en menor medida, la producción de prostaglandinas PGE2. También presenta actividad inhibitoria sobre la ciclooxigenasa 1 y 2. El efecto inmunoestimulante se basa en la regularización de la proliferación de los linfocitos (de esta manera se ejerce una acción antiviral y estimulante de la fagocitosis). Los alcaloides totales (principalmente los oxindólicos) tienen un efecto beneficioso sobre la memoria deteriorada. Estimula la reparación del ADN, la respuesta mitogénica y la recuperación leucocitaria tras un tratamiento quimioterápico.
PRINCIPALES INDICACIONES:
- Inflamaciones osteoarticulares.
- Ulceras gastroduodenales.
- Infecciones recurrentes
