Una de las grandes señas de identidad de Vega Sicilia es la elaboración de vinos concentrados, maduros, refinados y extremadamente elegantes , que han abanderado la gama de los mejores vinos españoles en todo el mundo. Actualmente, al frente de la elaboración de estos vinos se encuentra Gonzalo Iturriaga de Juan , director técnico de la bodega desde 2015.Las bodegas Vega Sicilia están situadas en la localidad vallisoletana de Valbuena de Duero , en una finca que conforma una vega que sigue el curso del río. Este pone límite norte a las 1.000 hectáreas de la propiedad; el límite sur lo establece el bosque que se encarama por la ladera que llega hasta la planicie.La finca cuenta con una plantación de 250 hectáreas de viñedo, del cual el 80% está plantado con la variedad autóctona, la Tinto fino o Tempranillo , y el resto con Cabernet sauvignon, Merlot y Malbec. Los suelos son arcillo-calcáreos, con zonas pardas y aluviales.La Ribera del Duero posee un clima de tipo continental con influencia atlántica. Las precipitaciones son escasas, con medias anuales que no superan los 500 mm, concentradas especialmente en primavera y otoño. La insolación, extensa y abundante, alcanza medias anuales de 2.200 horas de sol , y el río Duero favorece las neblinas y brumas matinales que configuran una fuente adicional de humedad.El comienzo del siglo XXI llegó a la familia Álvarez (actuales propietarios) con un nuevo reto: el desembarco de Vega Silicia en Rioja. Para ello, el grupo se unió a otro de los nombres míticos del mundo del vino, Benjamin Rothschild , propietario de importantes bodegas en Francia.Ambas firmas sacaron conjuntamente al mercado en 2013 el vino Macán , correspondiente a la añada 2009, el primer vino de Vega Sicilia en la D.O.Ca. Rioja. En junio de 2017 tuvo lugar la inauguración de una espectacular bodega ubicada en el municipio de Samaniego proyectada por el arquitecto Enrique Johansson , a la que asistieron entre otras personalidades el rey emérito Juan Carlos I. Único es la gran referencia de Vega Sicilia. Un tinto de leyenda que todo aficionado debería probar al menos una vez en su vida. Ideal para su guarda, que en óptimas condiciones puede prolongarse hasta 60 años, muestra una complejidad "infinita" en cada sorbo, no en vano es uno de los vinos con mayor tiempo de crianza del mundo. Su estilo se rige por tres constantes inmutables: elegancia, firmeza y capacidad de envejecimiento. Fruto de una de las mejores cosechas de los últimos años en Ribera del Duero, según el Consejo Regulador de la D.O., la añada 2010alcanza la perfección. Potencia, concentración y amplitud en un vino que gana matices si le permites abrirse el tiempo necesario. Un tinto soberbio para disfrutar a largo plazo.