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El secreto de la excepcional calidad de esta ventresca de Bonito radica en:

• Selección de la mejor materia prima: Bonitos del Norte (Thunnus alalunga) pescados durante la campaña de costera de verano con anzuelo y seleccionados en la Lonja de Santoña por su frescura y tamaño.
• Elaboración en fresco: El bonito se despieza y se somete a una ligera cocción tan pronto llega de la lonja sin congelarse. Consiguiendo una mayor jugosidad y mejor sabor.
• Envasado artesanal: Las ventrescas se desmenuzan en finas láminas y se envasan manualmente en aceite de oliva.

El resultado es una ventresca de color muy claro, presentado en finas láminas. Muy jugosa en boca y con un sabor muy delicado.

Un auténtico tesoro gastronómico.