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Vermut del Paraíso es un vermut rojo elaborado a partir de Macabeo y Moscateles de extrema antigüedad procedentes de la Marina Alta.
Su proceso de maceración artesanal con 33 botánicos seleccionados de Carmencita —incluyendo pieles de cítricos murcianos, flores aromáticas, hierbas mediterráneas, raíces y especias— da como resultado un vermut complejo, fragante y lleno de matices. Destaca por su carácter mediterráneo, su equilibrio entre dulzor, frescor y amargor, y su perfil aromático profundo, convirtiéndose en una opción ideal para amantes del vermut que buscan una propuesta auténtica, cuidada y con personalidad propia.
A la vista presenta un color rojo caoba con destellos ambarinos, limpio y brillante.
En nariz se muestra muy expresivo, con aromas de fruta madura, pieles de cítricos, hierbaluisa, hinojo, tomillo y recuerdos de monte mediterráneo. Se integran con notas florales de jazmín y flor de saúco, además de matices especiados de canela, vainilla y nuez moscada.
En boca es sedoso y equilibrado, con un dulzor sutil acompañado de vivacidad cítrica. Su recorrido es largo, con un amargor ligero y un final marcado por notas de jengibre y pimienta de Jamaica que aportan un carácter fresco, alegre y persistente.
Vermut del Paraíso es un vermut rojo elaborado a partir de Macabeo y Moscateles de extrema antigüedad procedentes de la Marina Alta.
Su proceso de maceración artesanal con 33 botánicos seleccionados de Carmencita —incluyendo pieles de cítricos murcianos, flores aromáticas, hierbas mediterráneas, raíces y especias— da como resultado un vermut complejo, fragante y lleno de matices. Destaca por su carácter mediterráneo, su equilibrio entre dulzor, frescor y amargor, y su perfil aromático profundo, convirtiéndose en una opción ideal para amantes del vermut que buscan una propuesta auténtica, cuidada y con personalidad propia.
A la vista presenta un color rojo caoba con destellos ambarinos, limpio y brillante.
En nariz se muestra muy expresivo, con aromas de fruta madura, pieles de cítricos, hierbaluisa, hinojo, tomillo y recuerdos de monte mediterráneo. Se integran con notas florales de jazmín y flor de saúco, además de matices especiados de canela, vainilla y nuez moscada.
En boca es sedoso y equilibrado, con un dulzor sutil acompañado de vivacidad cítrica. Su recorrido es largo, con un amargor ligero y un final marcado por notas de jengibre y pimienta de Jamaica que aportan un carácter fresco, alegre y persistente.