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Unas almejas muy ricas, un tamaño adecuado. Llegaron todas vivas y el tamaño perfecto
Buenas, a la marinera
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Cada unidad contiene 500gr de almeja japónica gallega capturada a mano por mariscadoras de la zona de O Grove, es una buena alternativa debido a que se puede utilizar para la gran mayoría de preparaciones culinarias.
Conocida como almeja japónica gallega (Ruditapes philippinarum), este molusco de origen japonés fue introducido en las ricas aguas de las Rías Gallegas en los años 80. Esta almeja no es autóctona de Galicia, pero su cultivo hoy está muy extendido en la comunidad gallega, pero desde hace muchos años forman parte también de nuestra amplia variedad de marisco gallego. Es ideal para preparar platos tales fabes con almejas, acompañar en pescados, arroces, fideos o tomarlas a la sartén o a la marinera. La calidad extra y la frescura están aseguradas, solo tienes que disfrutar de ellas.
Es recomendable conservar la almeja japónica gallega en la misma malla en la que las adquirimos ya que al estar apretadas entre sí, evitaremos que estas se abran y por lo tanto aguantarán más tiempo en nuestras neveras.
Tamaño | Piezas/kg |
Mediana | entre 60-70 |
Grande | entre 40-45 |
Extra | entre 30-35 |
La almeja japónica gallega suele tener un precio más asequible y estable en el mercado que la babosa y es una muy buena alternativa cuando las demás especies de almeja están en desove y tienen poca carne.
Se calcula cada Kilo para cada 3-4 personas.
Se distingue por su concha, dado que tiene unas líneas radiales y concéntricas más marcadas que en la almeja fina, que forman una cuadrícula y su color es más bien gris y beige. También su concha es mucho más gruesa y dura que las demás almejas de las rías gallegas.
La reina de las almejas. La almeja fina (Ruditapes Decussatus) es la de mayor calidad. Además de ser la más rica, es muy resistente y fuera del agua sigue viva durante más tiempo. En el caso del marisco, la capacidad de conservación representa un valor añadido.
La concha presenta líneas radiales que se cruzan con otras concéntricas, dando lugar a una especie de cuadriculado. Su color depende de la arena donde se cría, y va desde tonos marrones hasta el blanco.
La almeja blanca (Venerupis pullastra) es de una calidad gastronómica similar a la almeja fina. Es más pequeña que la almeja fina, con valvas de tono gris pálido o beige, y manchas de forma irregular. Las líneas de las valvas son finas y escasas, y no llegan a marcar el patrón cuadriculado de la almeja fina.
Almeja Rubia (Tapes rhomboideus) muestra una coloración de tonos amarillos hasta morados. De carne dura, es perfecta para guisar. Su concha es lisa y brillante, y las líneas son concéntricas de un color más pálido. Es la especie más económica, aunque de buena calidad.