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Si buscásemos en el diccionario la definición de elegancia, es probable que encontrásemos una botella de Via Edetana Blanc; un blanco cremoso, seco, fresco y mineral que brilla con luz propia entre las maravillas enológicas de la bodega Edetaria. En su elaboración se emplean uvas de garnacha blanca de más de cuarenta años y un pequeño porcentaje de viognier vendimiado temprano que refuerza el frescor y la aromática. Tan sólo la mitad del vino recibe una crianza de cuatro meses en roble francés, la otra se bazuquea con frecuencia para mejorar su textura en boca y extraer todo el potencial aromático de las uvas. De color amarillo brillante y aromática noble, adornada de fruta de hueso (melocotón), cítricos confitados, flores blancas, crema pastelera y pimienta blanca. La boca es sin duda su punto fuerte, en ella se torna glicérico (fruto del trabajo con las lías), salino, fresco y mineral; terriblemente equilibrado. Aparecen notas de matorral, hierbas provenzales y medidos tonos tostados que ya no nos abandonarán hasta el final de su recorrido. Es en este punto donde el Via Edetana Blanc refuerza su salinidad y se estira sobre una cola cítrica que lo convierte en delicado, fino y elegante. Un gran vino blanco que gana nuevos adeptos añada tras añada y que gusta a todos por su equilibrio y versatilidad gastronómica. Criado durante 4 meses en barricas de roble francés de 300 l.