Las semillas del hinojo contienen un aceite esencial, rico en anetol y con proporciones de otras sustancias como estragol y alfapineno. Las hojas del hinojo contienen flavonoides y la raíz, cumarinas. Todo ello convierte al hinojo en una planta con múltiples usos en medicina natural.
El hinojo es una poderosa planta medicinal que destaca por su fuerza para equilibrar las funciones del sistema digestivo, aunque también es expectorante y antiinflamatorio. El hinojo combate con éxito los trastornos estomacales y las indisposiciones tras una mala digestión, reduce la hinchazón y evita los gases.
Por su acción eficaz y su sabor suave, resulta especialmente indicada para administrar a niños y bebés aquejados de cólicos, molestias intestinales, retortijones, flatulencias o para estimularles el apetito.
Es un buen recurso natural para facilitar la evacuación y combatir el estreñimiento. Favorece la emisión de orina y por tanto se aconseja a personas con tendencia a la obesidad por retención de líquidos.
Purifica las vías urinarias, impulsando la eliminación de toxinas y evitando la aparición de infecciones, como cistitis, uretritis u oliguria.
Es un aliado de la embarazada por su eficacia para disipar las náuseas y el mareo durante la gestación, y de la madre lactante, al aumentar la producción de leche.
Por su efecto expectorante y antiinflamatorio, el hinojo es muy eficaz en casos de inflamaciones oculares y bucales, especialmente de las encías.