Origen: China.El jengibre pertenece a la familia de las zingiberáceas, y suele crecer en todas las zonas tropicales. Está considerado como una medicina natural ya que nos aporta muchos beneficios. Puede usarse como especie o como planta medicinal. Puede ayudar con las nausea y vómitos, masticándolo o incluso en infusión. La raíz de la planta del jengibre puede consumirse fresca, en polvo, como especia, en forma de aceite o incluso como zumo.
Propiedades y beneficios:
El jengibre es buena fuente de potasio, vitamina C, magnesio, cobre, zinc y manganeso. Reduce los niveles de azúcar en sangre. En infusión nos puede ayudar a tratar las indigestiones crónicas debido a sus compuestos fenólicos. Uno de sus usos tradicionales es aliviar el dolor, incluido el dolor de la menstruación. Se ha demostrado que ayuda a acelerar nuestro metabolismo, prevenir enfermedades cardiacas y como aliado para combatir dolores fuertes de cabeza. También es considerado un potente antiinflamatorio, y nos ayuda con los dolores articulares.
Valor nutricional por cada 100gr:
Calorías: 336 kcal
Grasas totales: 4,24 g
Colesterol: 0 g
Hidratos de carbono: 71,62 g
Proteínas: 4,52 g
Vitamina B3: 9,62 mg
Calcio: 114 mg
Magnesio: 214 mg
Fósforo: 168 mg
Potasio: 1.320 mg
Conservación y trucos:
Para su conservación te sugerimos envolver el jengibre en una servilleta de cocina, guárdalo dentro de una bolsa de plástico en el cajón de las verduras. Así conseguirás que aguante fresco por más tiempo.
Receta y usos en la cocina:
Puedes hacer infusiones con la raíz del jengibre, rallarlo y utilizarlo en lo sofritos o incluso añadirlo a tus cremas de verduras. Una infusión de jengibre por las noche regulará tu intestino. Solo tendrás que cortar y pelar el jengibre y cocerlo durante 15 minutos y tendrás una exquisita infusión que podrás disfrutar cuando quieras. Incluso puedes darle un toque de jengibre a tus postres caseros, añadiéndolo a las magdalenas o bizcochos.