El morcillo de ternera es una carne gelatinosa. Se le llama también Zancarrón o jarrete. Está situada en las patas delanteras o traseras. Es un tipo de carne con aspecto irregular, con nervios, poca grasa y rica en colágeno. Propiedades y beneficios: El morcillo de ternera es una carne rica en proteínas y vitaminas del grupo B. Contiene mucho hierro, lo que hace que sea un alimento esencial para las personas con anemia. Este tipo de carne aporta mucho zinc también, un mineral que refuerza nuestro sistema inmunológico. Contiene bastante colágeno, bueno para mantener la salud de cartílagos y articulaciones. Y alanina, que es la encargada de producir azúcar a partir de las proteínas. Su contenido en vitamina B12, ayuda a la producción de glóbulos rojos. Valor nutricional por cada 100 gramos: Grasa3,48g Grasa Saturada 1,06g Grasa Monoinsaturada 1,257g Grasa Poliinsaturada 0,363g Proteína19,15g Sal 0,21g Conservación y trucos: Se recomienda en la nevera a una temperatura entre 0 y 5 grados y antes de los 20 días. Siempre hay que sacarlo del frigorífico 1 hora antes de empezar a cocinar. Receta y usos en la cocina: El morcillo de ternera es una carne ideal para acompañar caldos y cocidos y para estofados; el morcillo tiene que estar troceado en trozos pequeños para dorarlos en una sartén. En el mismo aceite sofreímos una cebolla y dos dientes de ajo. Incorpora 2 tomates troceados. Una vez que esté todo pochado, se echa la carne, un vaso de vino tinto y 500ml de caldo de carne y una hoja de laurel. Cocinamos a fuego lento durante una hora y media aproximadamente. Justo 20 minutos antes de que se acabe la cocción, incorporamos las patatas en dados. Pasado el tiempo, se apaga el fuego y se deja reposar durante 15 minutos.