Maridajes: rabo de toro estofado, carnes de vacuno (asadas o a la parrilla), caza menor, cochinillo asado o quesos curados, jamón ibérico o cortes grasos del pato o el cerdo.
Sin duda, un vino magnífico para adentrarse en el universo personal de Peter Sisseck, uno de los elaboradores que más ha hecho por la denominación ribereña en los últimos tiempos. Un vino con el que este gran enólogo busca ofrecer un perfil de vino más fresco y frutal, sin la concentración que caracteriza a sus codiciados Flor de Pingus y Pingus. Quizás por ello, algunos grandes críticos como Luis Gutiérrez, del equipo de Robert Parker, admiten haber recordado las viejas añadas del Tinto Pesquera al oler este vino. Su elegancia y su carácter de tinto abierto, pero con capacidad de envejecimiento, son algo poco común entre los vinos tintos de la actualidad.