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Ingredientes
Leche cruda de oveja, aceite de oliva, sal, fermentos lácticos, cuajo y lisozima de huevo.
Valor nutricional y beneficios.
El queso de oveja es uno de los más apreciados gracias a su intensidad, aroma y sabor. Elaborado a partir de la maduración de la cuajada de la leche, se trata de un producto de gran versatilidad ya que se puede comer como aperitivo, como postre o elaborado en recetas de pasta o salsas.
El queso de oveja es una fuente de proteínas, indispensables para el correcto funcionamiento del organismo, así como para el desarrollo de los músculos. Por otra parte, hay que tener en cuenta que este alimento, cuanto más curado, contiene un valor calórico más alto, por lo que su consumo debe realizarse dentro de una dieta variada y sin cometer abusos.
Por otra parte, se trata de un producto rico en calcio, necesario para el fortalecimiento del sistema óseo, así, la Fundación Española de Nutrición señala estos quesos como una “excelente vía para aportar mucho calcio en poco volumen de alimento”. También es abundante la presencia de fósforo, que ayuda a la formación de huesos y dientes.
Tampoco se puede pasar por alto el resto de minerales como el magnesio o el zinc, que junto a los anteriores previenen problemas como la anemina o la osteoporosis. Además, para quienes tienen problemas digestivos con la leche, la de oveja es menos pesada que la de vaca y, asimismo, en forma sólida lo es aún más. De este modo, puede ser una buena alternativa.