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Es un tentempié perfecto a la vez que sano. Tiene un tallo con ramas, con numerosos pelos, su base se une con la raíz. Las flores suelen ser blancas y amarillas. La piel puede ser roja, morada o negra, pero la carne es siempre blanca. La parte que se come es la raíz. Pertenece a la familia de las coles y los berros. Los hay de formas distintas, hay algunos que son redondos y otros parecen una zanahoria.
Propiedades y beneficios:
Es un potente antioxidante por su contenido en azufre. Es un alimento con bajo aporte calórico gracias a su alto contenido en agua y bajo en proteínas, hidratos de carbono y lípidos. Es rico en vitaminas B9 y C, minerales como el Potasio y el Yodo. Es muy en agua. Son diuréticos. Ayuda con las enfermedades cardiovasculares por su alto contenido en potasio, Ayuda a deshacerse de las toxinas y limpian los riñones. Ayuda a disminuirla congestión en las vías respiratorias. Recomendable para combatir la falta de apetito, el catarro y la gripe. También nos ayuda a depurar el hígado. Facilita la digestión gracias a su contenido en agua.
Valor nutricional por cada 100gr:
Calorías 14kcal Calcio: 40 mg
Hierro: 1,3 mg
Yodo: 16 mg
Magnesio: 11
Zinc: 0,13 mg
Vitamina C: 20 mg
Conservación y trucos:
Una forma de conservarlos en meterlos en un bol con agua, las raíces pueden estar también dentro del agua, pero con la mitad es suficiente. También, puedes cortar las hojas de los rábanos, ya que estas hacen que maduren antes. También puedes meterlos en una bolsa plática con agujeros para que los rábanos puedan respirar y no se pudran por la humedad. O puedes encurtirlos para utilizarlos siempre que quieras como acompañamiento en tus ensaladas.
Recetas y usos en la cocina:
Por lo general los rábanos se comen crudos, laminados o rallados, aunque también pueden formar parte de cremas o sopas. Por ejemplo, las hojas del rábano se pueden emplear para hacer cremas. Pero también los puedes asar con especies. Precalienta el horno a 200 grados, lava bien los rábanos y corta el pedúnculo. Córtalos en cuatro mitades. Colócalos en la fuente con aceite, un chorro de vino y de limón y unos ajos sin pelar. Añade romero y salpimienta. Hornea durante 25 minutos, tendrás un plato delicioso y sano.