La salsa mostaza es junto con la mahonesa y el ketchup una de las salsas más consumidas en todo el mundo.
Esta salsa de color amarillento conseguida a partir de la semilla de la planta de mostaza, tiene una larga historia culinaria aunque estamos muy acostumbrados a verla en perritos calientes y hamburguesas. También puede consumirse con patatas, pescados y ensaladas.
La salsa de mostaza se elabora de forma artesanal con ingredientes naturales, no contiene huevo y es apta para celíacos.
Su forma más habitual de consumo en la cocina es en salsa, aunque también puede consumirse entera, lo que aporta un sabor exquisito como condimento.
Aconsejamos conservar en frío y consumir antes de seis meses.
INGREDIENTES: Agua, vinagre de alcohol, harina de mostaza (10.1%), jarabe de glucosa y fructosa, sal, almidón modificado de
maíz, especia (cúrcuma) y conservadores (sorbato potásico : E-202 y benzonato sódico: E- 211).
