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Los pickles o encurtidos han existido durante siglos, pero en los últimos años han experimentado un resurgimiento en la gastronomía contemporánea, ganándose un lugar destacado tanto en restaurantes de alta cocina como en las despensas de los hogares. Con una combinación perfecta de sabores agrios, dulces y salados, los pickles ofrecen una explosión de sabor que los hace irresistibles. Además, su versatilidad y beneficios para la salud los han convertido en un favorito de quienes buscan opciones más saludables y sostenibles en su dieta.
¿Qué son los pickles?
El término pickle proviene del inglés y hace referencia a cualquier alimento, generalmente vegetales, que ha sido encurtido o conservado en una solución de vinagre, agua y sal. Este proceso, conocido como fermentación o encurtido, no solo preserva los alimentos, sino que también les otorga un sabor distintivo, ácido y refrescante, que es lo que caracteriza a los pickles.
Aunque los pickles más comunes son los de pepinillos, prácticamente cualquier verdura o incluso frutas pueden encurtirse: zanahorias, cebollas, coliflor, remolacha, rábanos, jalapeños, y muchas más. Existen dos métodos principales de encurtido:
- Pickles en vinagre: Consiste en sumergir los alimentos en una mezcla de vinagre, sal, agua y, a veces, azúcar y especias. Esta mezcla actúa como conservante y añade un sabor ácido intenso.
- Pickles fermentados: En lugar de usar vinagre, se basa en el uso de salmuera (agua con sal) para estimular la fermentación natural de los vegetales. A medida que las bacterias beneficiosas fermentan los azúcares de las verduras, producen ácido láctico, que conserva los alimentos y les da un sabor más suave y complejo.
Los pickles se utilizan como aperitivos, guarniciones o para dar un toque extra de sabor a platos principales. Su textura crujiente y su sabor agridulce pueden transformar una comida sencilla en algo mucho más interesante.
Origen de los pickles
El proceso de encurtir alimentos no es algo nuevo. De hecho, los pickles tienen una historia que se remonta a miles de años atrás. Se cree que los primeros encurtidos fueron creados por los mesopotámicos alrededor del 2400 a.C. para conservar pepinos silvestres traídos de la India. La técnica de conservación con sal y vinagre les permitía preservar los alimentos durante largos períodos, algo vital en épocas donde no existían refrigeradores ni conservadores modernos.
Los encurtidos también fueron fundamentales para los antiguos egipcios, quienes los utilizaban no solo para prolongar la vida útil de los alimentos, sino también como fuente de nutrientes en largas travesías por el desierto. Los antiguos romanos, griegos y chinos adoptaron también esta técnica y la expandieron por todo el mundo, lo que convirtió a los pickles en un alimento de importancia global.
En la Edad Media, los pickles continuaron siendo una forma popular de preservar alimentos, especialmente durante los inviernos largos y duros. Además, se consideraba que el vinagre y la sal tenían propiedades medicinales, y los encurtidos eran utilizados para tratar problemas digestivos y prevenir enfermedades.
Con el tiempo, cada cultura ha desarrollado sus propias recetas y técnicas para hacer pickles. En la cocina asiática, por ejemplo, los encurtidos fermentados como el kimchi en Corea o el tsukemono en Japón son pilares fundamentales. En Europa, los pepinillos agridulces y las cebollas encurtidas son acompañamientos populares, mientras que en América Latina se destaca el uso de encurtidos como el ají en vinagre o el escabeche de verduras.
¿Por qué están de moda los pickles?
En los últimos años, los pickles han resurgido con fuerza en la cocina moderna y se han vuelto extremadamente populares. ¿A qué se debe esta tendencia? Hay varias razones clave que explican por qué los pickles están de moda.
- Conciencia sobre la salud y la alimentación: A medida que las personas se han vuelto más conscientes de los alimentos que consumen, los pickles se han ganado una reputación como un alimento saludable. Los pickles fermentados, en particular, contienen probióticos, bacterias beneficiosas que pueden mejorar la salud intestinal y fortalecer el sistema inmunológico. Los alimentos fermentados, como los pickles, el kéfir o el kombucha, se han vuelto populares en dietas que priorizan la salud digestiva y la prevención de enfermedades. Además, los pickles suelen ser bajos en calorías, lo que los convierte en un snack ideal para quienes buscan cuidar su figura o simplemente añadir más nutrientes a su dieta diaria sin un exceso de calorías.
- Tendencia «Do It Yourself» (Hazlo tú mismo): En los últimos años, ha habido un resurgimiento del interés por la cocina casera y las prácticas de autosuficiencia, impulsadas en parte por la sostenibilidad y la necesidad de ahorrar dinero. Hacer tus propios pickles en casa es una actividad que se alinea con esta tendencia, ya que no solo es sencillo y económico, sino también divertido. Al preparar pickles en casa, puedes controlar exactamente lo que entra en tu comida, desde la cantidad de sal hasta el tipo de especias. Esto también permite experimentar con nuevas combinaciones de sabores y verduras, lo que le da un toque personal a cada receta.
¿Y qué más..?
- Versatilidad en la cocina: Otra razón por la que los pickles están de moda es su versatilidad. Puedes añadir pickles a prácticamente cualquier plato para darle un toque de sabor fresco y crujiente. Son el complemento perfecto para hamburguesas, sándwiches, tacos, ensaladas y hasta cócteles como el Bloody Mary. Los chefs de todo el mundo están utilizando encurtidos para añadir complejidad a sus platos, ya que la acidez y la textura de los pickles pueden equilibrar sabores más grasos o dulces, creando un contraste delicioso.
- Sostenibilidad y reducción de desperdicios: El encurtido es una forma excelente de reducir el desperdicio alimentario. Muchas veces, las verduras frescas pueden comenzar a estropearse antes de que tengamos tiempo de usarlas. En lugar de tirarlas, puedes encurtirlas para prolongar su vida útil y tener un suministro constante de vegetales listos para comer. Esta práctica se alinea con el movimiento hacia una cocina más sostenible y menos derrochadora.
Recetas de pickles
1. Pickles de pepinillos rápidos
Esta es una receta clásica para hacer pickles de pepinillos en casa sin necesidad de fermentación.
Ingredientes:
- 4-5 pepinillos pequeños (tipo pepinillos encurtidos)
- 1 taza de vinagre blanco
- 1 taza de agua
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de sal
- 1 cucharadita de semillas de mostaza
- 1 cucharadita de semillas de eneldo
- 2 dientes de ajo, pelados y aplastados
Preparación:
- Corta los pepinillos en rodajas finas o en tiras, según prefieras.
- En una cacerola pequeña, mezcla el vinagre, agua, azúcar, sal, semillas de mostaza y eneldo, y lleva a ebullición.
- Coloca los pepinillos cortados en un frasco de vidrio limpio y añade los dientes de ajo.
- Vierte la mezcla caliente de vinagre sobre los pepinillos, asegurándote de que queden completamente cubiertos.
- Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera durante al menos 2 horas antes de consumir.
2. Pickles de zanahoria y jengibre
Estos pickles de zanahoria y jengibre son perfectos para añadir a ensaladas o para acompañar carnes asadas.
Ingredientes:
- 3 zanahorias medianas
- 1 trozo de jengibre fresco (unos 5 cm)
- 1 taza de vinagre de arroz
- 1 taza de agua
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharada de sal
Preparación:
- Pela y corta las zanahorias en tiras finas (puedes usar un pelador para obtener tiras largas y delgadas).
- Pela el jengibre y córtalo en rodajas finas.
- En una cacerola, mezcla el vinagre, agua, azúcar y sal, y lleva a ebullición.
- Coloca las zanahorias y el jengibre en un frasco de vidrio y vierte la mezcla caliente sobre ellos.
- Deja enfriar y refrigera durante al menos 1 hora antes de servir.
Beneficios de los pickles
Además de ser deliciosos y versátiles, los pickles ofrecen una serie de beneficios para la salud:
- 1. Mejoran la digestión: Los pickles fermentados contienen probióticos, bacterias buenas que ayudan a mejorar la digestión y a mantener una flora intestinal equilibrada. Los probióticos pueden contribuir a reducir problemas digestivos como la hinchazón, el estreñimiento y la diarrea.
- 2. Ricos en antioxidantes: Muchas verduras encurtidas, como las zanahorias, los pepinos y la remolacha, son ricas en antioxidantes, que ayudan a combatir los radicales libres y a prevenir el daño celular.
- 3. Bajo contenido calórico: Los pickles suelen tener pocas calorías, lo que los convierte en una opción ideal para quienes buscan cuidar su ingesta calórica sin renunciar al sabor.
- 4. Aportan vitaminas y minerales: Algunas verduras encurtidas son una buena fuente de vitaminas A, C, K y minerales como el potasio, que son esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
Los pickles han resurgido como una opción popular tanto en la cocina casera como en la gastronomía profesional debido a su versatilidad, sabor único y beneficios para la salud. A lo largo de los siglos, han pasado de ser una simple técnica de conservación a convertirse en un alimento esencial para aquellos que buscan alternativas saludables y deliciosas en su dieta. Ya sea que prefieras prepararlos en casa o comprarlos en el mercado, los pickles son una excelente manera de añadir textura y sabor a tus comidas diarias.
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