Es innegable que Talbot es uno de los crus más famosos de Médoc. En manos de la misma familia desde hace un siglo, esta finca de más de cien hectáreas produce vinos reconocidos por la calidad constante de sus añadas. "Para muchos, Talbot encarna el ideal de Saint Julien, generosamente bouqueté, muy estable y seguro en su envejecimiento," destacan Bettane y Desseauve en su Gran Guía de Vinos de Francia. Es cierto, Talbot es un campeón en longevidad, lo que no le impide, incluso en su más tierna juventud, ser amable y redondo, siempre marcado por taninos sedosos y suaves, muy civilizados. Talbot tiene una naturaleza extrovertida, nunca está encerrado en sí mismo, y tiene la cortesía de estar de buen humor todos los días. Es un vino elegante, con notas complejas de habano y regaliz, deliciosamente clásico sin la menor austeridad.