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Es un tipo de cebolla con la piel morada y la carne blanca con matices púrpura. Su sabor es más suave y más dulce que las otras variedades y es de tamaño mediano a grande. Esto es debido a las antocianinas además de estar cargada con otros flavonoides. Se cultivan durante todo el año. En cuanto a su sabor y textura es muy similar a la de la cebolla amarilla pero algo más picante.
Propiedades y beneficios:
Las principales propiedades que contiene la cebolla son Vitamina C Quercetina, Azufre, Flavonoides, Hierro, Cromo y Fibra. Esta cebolla contiene más antioxidantes que la blanca y ayuda a mejorar la memoria. Buena para sistema digestivo, combate el estreñimiento y ayuda a prevenir los parásitos intestinales, gracias a su rico contenido en quercetina. Es un buen remedio natural para regular los niveles de glucosa en sangre en las personas con diabetes. Beneficiosa para la salud cardiovascular y para prevenir el envejecimiento. Es digestiva, previene la caída del cabello, disminuye la osteoporosis, mantiene una piel sana y radiante, antiinflamatoria y anticancerígena.
Valor nutricional por cada 100gr:
Energía 140,98 kJ
33,46 kcal
Grasa 0,11 g
Carbohidrato 5,45 g
Proteína 1,51 g
Azúcar 3,59 g
Grasa saturada 0,02 g
Sal 9,43 mg
Conservación y trucos:
Hay que guardarlas fuera de la nevera en un lugar fresco y seco y separadas de cualquier otra verdura.
Receta y usos en la cocina:
Se suele comer en crudo o encurtida, por lo que es ideal para hacer ceviche, tartar, guacamole. Para encurtirla; calientas en un cazo 90ml de agua y de vinagre, una cucharada de sal, un ajo y una hoja de laurel y especies al gusto. Debes cortar la cebolla en juliana y la metes en un bote de cristal, una vez esté la mezcla preparada la echas en el bote de cristal donde tienes la cebolla, cierras el bote y lo dejas en reposo como unas dos horas. Tendrás cebolla encurtida siempre lista para añadir a tus ensaladas, hamburguesas.