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En las Franquesas del Vallés, casi tocando con Barcelona, hay una pastelería donde cada día la imaginación y creatividad se convierten en una dulce realidad comestible. Tartas personalizadas, apple pies, american cookies, cupcakes o bizcochos son solamente algunas de las maravillas que se hornean en Ddulce, una tienda donde se puede oler a lo lejos la pasión por Estados Unidos. Si quieres saber dónde comprar postres americanos auténticos… ¡sigue leyendo!
Si estás lejos de Franquesas del Vallés, también puedes pedir los postres de Ddulce a través de la app o tienda mentta
Detrás de todo está Patricia, madrileña de nacimiento pero catalana de adopción, que es una auténtica apasionada y enamorada de Nueva York y de la cultura anglosajona, como ella misma reconoce. A pesar de que hoy en día se dedica plenamente al mundo repostero, hasta hace unos años estaba acabando sus estudios de ingeniería. Con lo que no contaba era con que la repostería creativa se iba a cruzar en su camino.
¿Cómo surgió la idea de vender repostería americana?
Todo surgió a raíz de un bautizo en el que se encandiló por la tarta personalizada que le habían preparado al protagonista. «Empecé a investigar y a probar yo misma en casa» cuenta Patricia, mientras asegura que los que probaron sus primeras tartas quedaron «tan encantados», que decidió dar un paso más y montar su propio negocio de repostería creativa, el primero de toda la zona.
Así, en junio de 2011 abrió Ddulce, un proyecto de emprendimiento personal en el que su dueña pone diariamente toda su pasión y conocimientos. Gracias a la ingeniería, es capaz de montar complejas estructuras de tartas de varios pisos sin apenas dificultad y gracias a sus estudios de diseño (fue preseleccionada para trabajar en Disney) es capaz de convertir una idea en una maravilla azucarada.
¿Los ingredientes son made in U.S.A?
Patricia tiene claro que si quiere elaborar postres americanos e ingleses, tiene que recurrir a los ingredientes más auténticos para que sus recetas se asemejen lo más posible a las originales. Por ello recurre a comercios de Holanda, Estados Unidos o incluso Australia para conseguir colorantes especiales o fondant, que es una pasta de azúcar con textura parecida a la plastilina que se utiliza para recubrir las tartas en EE.UU.
«Hoy en día, gracias al boom que está teniendo la repostería creativa, es posible encontrar este tipo de ingredientes más especializados en distintos supermercados, pero la calidad no es la misma, lo que hace que el resultado del postre tampoco lo sea«. Aun así, reconoce que se pueden encontrar en estos comercios otros recursos pasteleros más genéricos como mantequillas, harinas o chocolates que «sí que dan un buen resultado».
Otro sello típico de Ddulce es utilizar frutas naturales y no deshidratadas, que se combinan con mermeladas o aromas concentrados. Esto se traduce en un sabor mucho más natural e intenso pero una caducidad más rápida al no utilizar conservantes. Por esta razón trabaja muchos de sus productos bajo encargo, para que no se estropeen y puedan llegar al cliente recién hechos.
Postres americanos a fuego lento
Patricia hace bueno el dicho de «vísteme despacio que tengo prisa» en su pastelería. Tal y como ella dice, «todo tiene su proceso» y por eso es muy importante cumplir bien los tiempos. Por ejemplo, en el caso de las tartas personalizadas, suele tardar unos 5 días según nos cuenta, por eso trabaja con encargos.
«Empiezo a trabajar desde que el cliente entra por la puerta, primero pensando en el diseño y después en cómo ejecutarlo» afirma, para explicar que para hacer algunas tartas tiene que elaborar primero el bizcocho y dejarlo reposar un día entero para que las proteínas se distribuyan por todo ya que es un «proceso químico». «Luego hay que preparar las cremas, ganachear la tarta y decorarla, que en algunos casos se traduce en 6 u 8 horas de trabajo», asegura.
¿Qué hay en el catálogo de Ddulce?
El catálogo de Ddulce no cabe en un simple folio, ya que es tan vasto como sea la imaginación del cliente. «Es lo que tiene la repostería creativa, que va desde un tarta de Shrek hasta una macrotarta rosa de boda de muchos pisos. Y lo mismo ocurre con los sabores, que pueden ser 100% personalizables en función de los gustos del cliente».
Aún así, en Ddulce siempre hay unos cuantos postres disponibles para el cliente. Como por ejemplo, las tartas en tarritos de cristal, que son perfectas para tomar cuando a uno le apetece porque se guardan de nuevo en la nevera y se conservan muy bien.
Otro de los productos icónicos de la repostería americana, como las cookies, tampoco faltan en el catálogo. Las hay más clasicas, elaboradas con mantequilla y vainilla con pepitas de chocolate, a otrás más de autor con sabor a gint tonic, rosas o violeta. Tampoco hay que olvidarse de la variedad de bizcochos, como el de zanahoria con nueces, manzana y crema de queso, que es «muy neoyorkino», según cuenta Patricia.
Gracias a ella y a su negocio, ya no hace falta coger un avión. Con Ddulce ya sabes dónde comprar postres americanos made in U.S.A. Están todos más cerca que nunca con mentta
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