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En época estival, las bebidas con gas están la orden del día. Los refrescos se convierten en una parte imprescindible de nuestra dieta durante el verano, pero ¿somos capaces de distinguir unas bebidas de otras? Si quieres conocer las diferencias que existen entre la tónica, la gaseosa, el agua con gas y la soda, sigue leyendo.
Las bebidas con burbujas tienen tantos adeptos como detractores. O las amas o las odias. No obstante, existen mil tipos de bebidas burbujeantes y refrescos que ni siquiera somos capaces de distinguir unos de otros. Es el caso de bebidas como la tónica, la gaseosa, la soda y el agua con gas, bebidas que, a priori, todos conocemos pero cuyas diferencias se nos escapan. Hoy aprenderás a diferenciarlas.
Todas ellas, como te decimos son bebidas con burbujas, que se podrían englobar también en la categoría de refrescos. Aún así, es importante saber diferenciarlas, sobre todo a la hora de combinarlas con otros refrescos o bebidas alcohólicas.
La tónica, la mejor amiga de los cubatas
La tónica es un agua carbonatada de forma artificial. A a misma, se le añade quinina y azúcar. La primera es la que hace que notemos un sabor amargo. Se trata de una sustancia alcaloide vegetal blanca y amarga. Se obtiene de la corteza del quino y se le atribuyen propiedades antipiréticas y tonificantes (quizá por este motivo la tónica recibe su nombre).
El uso principal que se hace de la tónica es la combinación con otras bebidas, normalmente alcohólicas. Es un poco extraño beber una tónica sin mezclarla con otra bebida, aunque la bebida por sí sola también tiene su público. Lo que no es de extrañar es ver en bares a personas pidiendo un «gintonic«, la combinación de ginebra con tónica. Un maridaje casi perfecto para los amantes de las copas.
La gaseosa, novia del vino y amante de la cerveza
La gaseosa es también un agua carbonatada de forma artificial. La diferencia principal que se encuentra con respecto a la tónica, es que la gaseosa no lleva añadida quinina, tan solo azúcar o algún otro edulcorante. Por este motivo la gaseosa tiene un sabor dulzón y menos amargo.
En España es muy común mezclar el vino con gaseosa, para suavizar el sabor del primero. Con la mezcla se consigue el conocido tinto de verano, tan rico y refrescante en esta época del año. No obstante, otras bebidas fermentadas como la cerveza incorporan, aunque con menos adeptos, la gaseosa. Si combinamos gaseosa y cerveza obtendremos la clara (en este caso sin limón).
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La soda, gran desconocida
Sí, has pensado bien. La soda vuelve a ser otro tipo de agua carbonatada de forma artificial. En este caso el añadido es sal de sodio o potasio, lo que hace que su sabor cambie y no sea tan dulce. Es muy útil para la elaboración de cócteles tan famosos como el mojito o bebidas menos comunes como el spritz italiano. En España también se usa para combinar con el vermouth.
Agua con gas y otros inventos del demonio
Por último hablaremos del agua con gas. Seguramente alguna vez en algunas idílicas vacaciones por el extranjero os habéis decidido a comprar agua porque estabais sedientos y os habéis confundido y habéis comprado agua con gas ¿verdad? es por esto que decimos que es un invento del demonio. En España no es tan popular, pero en otros países de Europa se puede encontrar casi con más facilidad que el agua común.
Se trata de agua mineral carbonatada, pero esta vez de forma natural. No suele mezclarse con otras bebidas, sino que se sirve sola.
Ahora que ya conoces las diferencias entre tónica, gaseosa, agua con gas y soda, esperamos que no bebas una tónica a palo seco, que le pongas agua con gas a tu gin tonic, o que utilices soda para hacer tu tinto de verano. Como has visto, en mentta puedes encontrar todos estos tipos de bebidas carbonatadas, además de muchos otros productos que te llevamos hasta la puerta de tu casa para que no te preocupes por hacer la compra. Entra en nuestra web y descubre todos.