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Hacer ejercicio, dejar de fumar, ponerse en forma… estos son algunos de los propósitos de año nuevo más comunes. No obstante, hay uno que cada vez está más de moda pues se ha generado una conciencia social al respecto: reducir el consumo de carne. Si tu también has decidido llevarlo a cabo, sigue leyendo este post.
Reducir el consumo de carne es un hábito al que cada vez más personas se suman. Unos por cuestiones de salud, y otros por motivaciones medioambientales, pero la realidad es que cada vez más gente decide romper su relación con los filetes, las hamburguesas o el jamón. El momento en el que se reduce el consumo de carne empiezan las primeras dudas. ¿Qué alimentación debo seguir ahora? ¿Por qué alimentos debo sustituir la carne para llevar un estilo de vida saludable sin perder aporte de proteínas? Aquí van algunas recomendaciones.
Reducción progresiva
No se trata de eliminar por completo el consumo de carne de un día para otro. Hay gente a la que le funciona cortar por lo sano, pero por norma general, si se hace de esta manera, suele ser más duro. Para que no haya momentos de flaqueza en los que te plantees por qué has decidido prescindir de un alimento nutritivo y rico como la carne, es mejor que limites tu consumo de la misma a 2 o 3 días por semana y que poco a poco vayas reduciéndolo. Para facilitar tu vida social y relaciones, recomendamos reserves tus días de carne para los fines de semana, pues es cuando se suele salir a comer fuera y donde es más difícil ponerse exquisito con las comidas.
¿Pierdo aporte de proteínas?
Como te hemos dicho, en España, la mayoría de personas consume más carne roja de la recomendada. Esto se traduce en un aporte extra de proteínas que nuestro cuerpo no necesita. Según el informe ANIBES y los datos que este revela en El País, más del 30% de los españoles consume proteínas por encima del rango recomendado y que el 33,1% de ellas proceden de la carne y sus derivados. Esto quiere decir que hay un 70% de alimentos proteicos en la dieta diferentes de la carne.
En definitiva, reducir el consumo de carne no significa reducir el consumo de proteínas pues, además de que tenemos un amplio margen, podemos encontrar este macronutriente en otros alimentos como legumbres, productos lácteos, huevos, pescado, cereales o frutos secos. También se puede recurrir a alimentos como el tofu la quinoa o el seitán, pero no es necesario acudir a los supermercados más modernos para llevar una dieta equilibrada.
¿Qué ocurre con el hierro?
Otro de los nutrientes que preocupa a aquellos que reducen su consumo de carne es el hierro. Si has dejado de comer carne pero tu dieta es rica en huevo o pescado, tu aporte de hierro está asegurado. El problema de esta cuestión reside en el tipo de hierro. El hierro hemo que contiene la carne es más fácil de asimilar por nuestro cuerpo que el no hemo, que contienen los vegetales. ¿Cómo se compensa esto? Consumiento más cantidad de hierro no hemo. Así evitaremos cualquier tipo de anemia.
También puedes aumentar el consumo de alimentos ricos en vitamina C, que ayudan a metabolizar el hierro. En este post puedes encontrar alimentos ricos en vitamina C:
La razón medioambiental
Reducir el consumo de carne no solo ayuda al buen funcionamiento de nuestro sistema cardiovascular y a la prevención de enfermedades como el cáncer. También interviene en la reducción de gases de efecto invernadero, por lo que muchas personas, lejos de dejar de comer carne por empatía por los animales o por salud, lo hacen por no contaminar.
Según el diario El País, «la ganadería genera el 16,5% de todos los gases de efecto invernadero de origen humano, y no solo por las famosas flatulencias de la vaca; también contamina el transporte de los piensos, el traslado de los animales, la energía que consumen las factorías cárnicas… Todo ello influye en el cambio climático, que favorece las sequías, la meteorología imprevisible y extrema, los veranos cada vez más largos y calurosos». Además esta industria consume 15.000 litros de agua para la producción de un kilo de carne. La huella ecológica que deja en el planeta es desmesurada.
¿Cómo sobrevivir sin la carne?
La clave para no aburrirse con una dieta sin carne es la imaginación. Te recomendamos que busques recetas en Internet elaboradas sin carne. Estamos seguros de que descubrirás un nuevo mundo de posibilidades y alimentos nuevos. Quizás algunos de ellos como la quinoa, el chilli vegetal o el trigo bulgur sean difíciles de conseguir en los supermercados convencionales. No obstante, siempre puedes encontrar alimentos nuevos que te ayuden a seguir tu dieta flexitariana online. Es el caso de nuestro marketplace, mentta, donde encontrarás productos de todo tipo. Consulta nuestra web y nuestro amplio catálogo y déjate sorprender por la alimentación sostenible.