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El pollo es un alimento muy recurrente en nuestra gastronomía y es la segunda carne más consumida en el mundo, detrás de la de cerdo. Esto se debe gracias a su versatilidad y a la cantidad de opciones fáciles y rápidas que hay para cocinarlas. Por ello, en este post vamos a destacar 3 recetas con pechuga de pollo fáciles y deliciosas y que puedes hacer con ingredientes básicos.
Propiedades de la carne de pollo
El pollo es una carne «blanca» muy recomendada por los expertos por su bajo contenido en grasa y su gran aporte de proteínas y nutrientes de calidad.
- Sin tener en cuenta su piel, el pollo es una de las carnes con menos contenido en grasa, sobre todo la pechuga de pollo. Por tanto, su contenido en colesterol es bajo.
- Aporta proteínas de alto valor biológico que contienen los 9 aminoácidos esenciales.
- La carne de pollo es muy rica en vitaminas, sobre todo las del grupo B, destacando la Niacina o vitamina B3, que es fundamental para el metabolismo de las grasas y azúcares en el cuerpo. También es esencial para mantener las células saludables.
- Además de en vitaminas, el pollo es rico en minerales como el magnesio, el potasio, el fósforo y el zinc.
- Una porción de 100 gramos de pollo con piel aporta unas 145 calorías, el 70,3% es agua, el 9,7% lípidos o grasas y el 20% son proteínas. Si se retira la piel, el valor calórico de cualquier pieza de pollo será menor, y por tanto, mucho más saludable.
En fin, una carne muy versátil y no contraindicada en el manejo terapéutico, ideal para todos, desde niños de temprana edad hasta madres gestantes y lactantes.
3 recetas con pechuga de pollo
Hay infinitas posibilidades de cocinar el pollo y, concretamente, la pechuga. Sin embargo, vamos a repasar tres sencillas y deliciosas recetas de cocinar esta carne que, además, no te llevarán mucho tiempo.
Milanesas a la napolitana
Una receta deliciosa, fácil e ideal para los más pequeños. Vamos a necesitar los siguientes ingredientes:
- Dos pechugas de pollo
- Pan rallado, como este de espelta
- Un huevo
- Queso
- Tomate frito (para un sabor más rico) o triturado (para una versión más saludable)
- Aceite de oliva virgen extra
- Condimentos: sal, pimienta, perejil, al gusto.
Hay varias formas de cocinar esta sencilla receta, sin embargo hay una que es la más fácil y rápida de todas.
Tenemos que coger la pechuga de pollo y trocearla en filetes, de anchura al gusto de cada uno. Salpimentamos los filetes, los pasamos por el huevo batido y los rebozamos con el pan rallado (también podemos mezclar los condimentos con el pan rallado y saltarnos ese paso).
A continuación, metemos los filetes ya empanados en una sartén con un buen chorrito de AOVE (con que cubra un poco el filete es suficiente, no hace falta que nade el pollo). Dejamos un par de minutos por un lado a fuego medio-alto y, cuando le damos la vuelta, untamos un poco de tomate frito o triturado por la superficie del filete y enseguida ponemos una de nuestras lonchas de queso sobre el tomate, con cuidado para que cuando se derrita no se riegue por los laterales del filete. Dejamos que termine de cocinarse la parte de abajo y, si queremos que el queso quede mejor, ponemos la tapa y bajamos el fuego a medio-bajo.
Una vez pasados unos 5 minutos, ya tendremos nuestras milanesas a la napolitana listas, deliciosas, y rápidas. Ideales para acompañar con unas patatas fritas o al horno.
Pollo caprese al estilo «hasselback»
Esta receta básicamente mezcla el sabor de la ensalada caprese (mozzarella y tomate) con la técnica de las patatas hasselback. Enseguida os contamos en qué consiste, ¡ahora vamos con los ingredientes!
- Una pechuga de pollo por comensal
- Una mozzarella fresca
- Un tomate
- Albahaca fresca
- Ajo
- Pimienta negra, sal, al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
Para empezar, y mientras preparamos los ingredientes, precalentamos el horno a 190º.
El método hasselback consiste en hacerle pequeños cortes paralelos a lo largo de la carne con el objetivo de que la pechuga de pollo quede jugosa y sabrosa, así que procedemos a hacérselos con una distancia de, aproximadamente, 3-4cm, sin llegar a atravesar la carne por completo. Colocamos ya las pechugas preparadas en la bandeja del horno, regamos un chorrito de AOVE y salpimentamos al gusto.
Una vez listas las pechugas, cortamos los tomates ya lavados en rodajas (que quepan en los cortes del pollo), y cortamos las rodajas de mozzarella con la misma forma y tamaño. El queso se fundirá en el horno, así que podemos cortar los trozos más pequeños para que no se riegue por los laterales, o añadirlo casi al final de la cocción para que solo se cocine unos minutos.
En total, el proceso de horneado tiene que durar unos 20-25 minutos en función del grosor de la carne, pero es modificable según vayamos observando cómo se cocina nuestra deliciosa pechuga de pollo.
Una vez pase el tiempo, retiramos la bandeja del horno, servimos en platos y le añadimos las hojas de albahaca frescas y corregimos en sal y pimienta al gusto. ¡Y voilà!
Podemos acompañar nuestro pollo caprese al estilo hasselback con la guarnición ligera que se nos ocurra: ensalada, una pequeña porción de arroz o un salteado de verduras.
Pollo al limón estilo chino
Por último, una receta algo más elaborada pero deliciosísima… ¿A quién no le gusta el sabroso pollo al limón de los restaurantes chinos? Pues por fin vas a poder cocinarlo con tus propias manos cuando te apetezca. Vamos a necesitar:
- Una pechuga de pollo por persona
- Dos limones
- Dos cucharadas de maizena
- Aceite de oliva virgen extra
- Dos cucharadas de azúcar
- 100ml de caldo de pollo
- 50ml de salsa de soja
- Un huevo
Cortamos tres rodajas de limón y exprimimos el resto en un cazo, el cual pondremos a cocer a fuego lento junto al azúcar, el caldo, la cucharada de maizena y las tres rodajas.
Mientras, ponemos las pechugas de pollo a marinar en la salsa de soja durante 300 minutos. Si queremos, podemos partir las pechugas por la mitad para que no sean tan gruesas.
Una vez pasado este tiempo, mezclamos la otra cucharada de maizena con un huevo batido y empanamos las pechugas. En una sartén con abundante aceite, las freímos hasta que se doren.
Una vez tengamos todos los procesos servimos en un plato las tres rodajas de limón, las cubrimos con la mitad de la salsa de limón, cortamos las pechugas en tiras, las colocamos sobre las rodajas y vertemos el resto de salsa por encima. ¡Irresistible!
Para acompañar este plato podemos cocinar un delicioso arroz tres delicias, para completar el pack de estilo chino.