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Origen: Colmenar de Oreja, Madrid.
El caqui también llamado palosanto o persimón (el caqui duro) es una fruta originaria de China y Japón. El caqui tiene un sabor dulce, es de color naranja o rojizo y de pulpa carnosa, y por su alto valor nutritivo y su alto contenido en agua lo hacen ideal para desintoxicar el organismo.
Los caquis se pueden consumir con la pulpa blanda y madura, o con la pulpa dura, los llamados persimón. La variedad de caquis rojos reciben el nombre de persimón tras ser sometidos a un tratamiento que consiste en recolectar los frutos aún sin madurar y conservarlos en torno a 20 °C entre 2 y 4 días en cámaras con una atmósfera controlada. El persimón presenta un color anaranjado y su textura es más firme, lo que permite su comercialización y exportación.
Los caquis aportan una cantidad importante de hidratos de carbono, poseen una elevada concentración de calorías respecto a otras frutas, son ricos en fibra por lo que ayudan a combatir el estreñimiento, ayudan a mantener la piel sana, refuerzan los huesos por su alto contenido en calcio, ayudan a la formación de colágeno por sus niveles de concentración de vitamina C.
La tabla nutricional de la OMS recomienda el consumo al día de 3 frutas y 4 vegetales, y un sólo caqui cubre las necesidades de fruta de nuestro organismo. El caqui puede comerse tal cual, en zumos o combinarse con otras frutas. El mejor momento para disfrutar del caqui es en otoño, junto con la chirimoya o la granada.
El caqui nos ayuda a combatir el estreñimiento y mejora el tránsito intestinal debido al efecto laxante del fruto cuando está maduro.
Por su contenido en potasio, es una fruta beneficiosa para personas con hipertensión arterial. La composición del caqui o persimón lo convierten en un buen aliado para cuidar nuestro sistema cardiovascular.
Su aporte en antioxidantes mejora nuestras defensas naturales.
El caqui aumenta la absorción del hierro, contribuyendo a la prevención o disminución de la anemia ferropénica.
Esta fruta nos aporta excelentes cantidades de betacarotenos, que se convierten en vitamina A en nuestro organismo y participa en multitud de funciones: en el sistema inmunológico, cuida de nuestra vista, mantiene nuestro cabello y piel en buen estado. Además su contenido en vitamina C favorece la formación de colágeno.
La vitamina A del caqui es muy beneficiosa para mantener unos huesos y dientes fuertes, por lo que es una fruta estupenda especialmente durante las etapas de crecimiento.