Es un pescado blanco de agua salada que pertenece a la familia de los merlúcidos. Es también conocida como pescadilla, pescada o merluza y el nombre varia en función de su tamaño. Se suele alimentar de pescados pequeños. Lo que la diferencia del resto es que esté pescado se presenta mordiéndose la cola. Tiene dos aletas dorsales; una con forma triangular y otra larga casi igual de larga que la aleta anal. Se suele alimentar de crustáceos. Propiedades y beneficios La carne de la pijota es rica en agua, proteínas y ácido fólico y baja en grasa. Alto contenido en minerales como el hierro, el calcio, el fósforo, yodo y cobre. Es un pescado de fácil digestión. Gracias a su contenido en selenio nos protege frente a enfermedades cardiovasculares y refuerza nuestro sistema inmunológico. Pero también la presencia de este mineral en la pijota hace que sea un potente antioxidante y retarde el envejecimiento celular. Favorece el funcionamiento de los tejidos celulares y musculares gracias al yodo, además de controlar la tiroides. Al contener agua favorece y nos ayuda a mantenernos hidratados. Valor nutricional por cada 100 gr Calorías: 76 kcal Proteínas: 17,4 g Grasas: 0,7 g Hidratos de carbono: 0 g Calcio: 16 mg Potasio: 320 mg Fósforo: 218 mg Conservación y trucos Siempre en la nevera y en la parte más fresca. Si quieres que no se sequen deberás taparlas con un trapo húmedo. Receta y usos en la cocina La pijota se puede cocinar de muchas maneras, pero hay una forma típica que es por la que más se la conoce, enroscada mordiéndose la cola, enharinada y frita. Simplemete tendrás que echar sal al pescado. Lo mejor es hacerlo mucho antes de cocinarlo para que el pescado coja bien la sal. Cuando quieras cocinarlos, los enharinas y los fríes en una sartén con abundante aceite y muy caliente.