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En alguna ocasión te hemos comentado en este blog que algunos sectores de la industria alimentaria son muy contaminantes, por ejemplo el de la carne. Si quieres saber qué platos o comidas son más sostenibles y beneficiosas para el planeta y por qué, este es tu post.
Evaluar el impacto de nuestra alimentación en el planeta es una tarea complicada, pues en ello intervienen numerosos factores. Entre otros, deberíamos tener en cuenta el transporte, las explotaciones agrícolas, los residuos, el empaquetado, la dieta de los animales… Sin embargo lo que si sabemos es que los productos que consumimos producen el 25% del total de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera (si tenemos en cuenta todas las fases del proceso productivo de un alimento). Sin embargo hay algunas formas de modificar nuestra dieta para hacerla más sostenible y ecofriendly. Aquí te traemos algunos ejemplos prácticos para que cambies tus hábitos.
El café
Es menos perjudicial para el medio ambiente tomar café solo qué café con leche. Si te tomas un café con leche, consumes casi la mitad de los 3 kg de Misiones por día, el límite que se estima para una persona. ¿Por qué? Los gases de las vacas contienen metano, una emisión contaminante. Además, si tomamos café para llevar, el vaso de papel que nos ponen, lleva una capa plastificada contaminante. Estos vasos suelen acabar en los vertederos dónde generan metano.
El pan
¿Sabes cuánto trigo se necesita para elaborar dos rebanadas de pan? Concretamente, 20 plantas. Consumiendo pan a diario, el cultivo debe ser permanente. Los campos de trigo utilizan abono fertilizante qué puede ser perjudicial para el entorno, por lo que el pan genera tantas emisiones como su peso en gramos. Además, hornear tu pan en casa no es tan sostenible como piensas. Cuando el pan se hornea en fábricas, el proceso de elaboración es mucho más eficiente.
Los huevos
Las gallinas no son animales expulsen demasiado metano, sin embargo los piensos que las alimentan sí que contamina. Podríamos decir que para producir un huevo, la gallina debe comer una cantidad de pienso mucho mayor que el peso que tendrá el huevo. Además el estiércol y el transporte también generan emisiones. Cara huevo puede producir cinco veces las emisiones de su peso.
El queso
Al estar elaborado con leche, huella medioambiental tiene relación con el metano de las flatulencias de las vacas. A esto hay que sumarle el procesamiento de los quesos. Para elaborar un kg se necesitan 10 litros de leche, lo que supone un gran impacto ecológico. Por ejemplo la parte más contaminante de una pizza es el queso. Si añadimos la mitad, la huella medioambiental disminuye un 30%.
Los tomates
En este blog siempre te hemos hablado de la importancia de consumir tomates que sepan a tomate. Pues bien, ahora esta frase de nuestro CEO, tiene valor más allá de la propia degustación. Consumir tomates de invernadero, multiplica la huella ecológica por 10 qué puede generar un tomate cultivado a cielo abierto y en temporada. Por ejemplo los cherry, se cultivan en invernaderos que se calientan con gas natural y por tanto, producen dióxido de carbono. De hecho, la mayoría de los invernaderos producen más de 10 kg de CO2 por cada kilo de cosecha.
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La ternera
Es uno de los productos más contaminantes, no solo porque las vacas expelen metano, también por su estiércol. Además, los terneros consumen muchas más calorías que los humanos y el 5 % de todas ellas se transforman siempre en metano. Para que te hagas una idea, un filete de ternera, puede generar hasta 10 kg de gases de efecto invernadero (ya sabes que lo deseable es 3 kg por persona al día).
El pollo
Los pollos suelen comer soja ya que ayuda a su crecimiento, sin embargo está soja reproduce deforestación. Si a esto le sumamos el empaquetado, el transporte, o la refrigeración de la carne; el pollo produce grandes emisiones. Además los pollos orgánicos tampoco son mucho menos contaminantes, ya que crecen lentamente y consumen más alimento, por tanto generar más emisiones. De hecho, hay estudios que demuestran que la emisión de los pollos orgánicos es mayor que las de los de fábrica.
Bebidas
El principal problema con las bebidas se encuentra en el envase. Lo mejor para reducir la huella ecológica de las bebidas, es consumirlas envasadas en recipientes de mayor tamaño, aunque lo mejor es consumirlas a granel. Además hay que tener en cuenta que para la fermentación de algunas bebidas como vinos cervezas, se usa abono nitrogénico, altamente contaminante.
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Sabemos, qué con estos datos es complicado no incurrir en el consumo de comidas sin emisiones, ya que la mayoría de alimentos que consumimos las producen. Sin embargo, podemos tomar algo de conciencia, e intentar consumir marcas sostenibles, utilizar envasados ecológicos o reutilizables y poner en práctica las tres erres: Reciclar, reutilizar y reducir.
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