Odiada y amada a partes iguales. A unos les hace llorar, a otros se les cae la baba solo con mirarla y es que no deja indiferente a nadie… Hablamos de la cebolla, hoy te traemos todas sus propiedades.
La cebolla es un es el bulbo de la planta que lleva su mismo nombre. Su nombre científico es Allium Cepa y pertenece a la familia de las Liliáceas, al igual que el puerro, el ajo, el cebollino y el espárrago. Se trata de una hortaliza comestible. Es un alimento utilizado en miles de platos a lo largo de toda la geografía mundial y además, es uno de los ingredientes clave en la dieta mediterránea.
Morfológicamente, las cebollas suelen ser blancas, aunque el espectro de colores es muy amplio, tanto que pueden llegar a ser moradas, naranjas o amarillas. Tienen, como no podía ser de otra manera, forma de bulbo, es decir, piramidal con base redonda, como una peonza. No se trata de hortalizas de mucho peso, suelen oscilar entre los 100 y los 150 gramos. Su sabor es fuerte, intenso, incluso podríamos decir que picante. Aunque todas estas características, dependen de la variedad de cebolla ante la que nos encontremos.
Origen de la cebolla
La mayoría de las fuentes coinciden en que el origen de la cebolla se sitúa en Asia, concretamente en Asia central, en el año 6000 a.C. Desde Asia se extendió por Europa, de donde pasó a América. Su largo recorrido por la historia hace que hoy encontremos diferentes variedades de cebollas dependiendo del lugar donde nos encontremos.
Al ser una de las hortalizas más antiguas, es difícil encontrar referencias respecto a ella. No obstante existen datos que se remontan al 3.200 a.C señalando la importancia de la distribución de esta hortaliza por todo el Mediterráneo. Fue muy cultivada por las civilizaciones egipcia, griega y romana. Fue en la Edad Media cuando aparecieron las variedades modernas que consumimos en la actualidad.
No solo el consumo de cebolla se ha extendido por todo el mundo, también su producción. En el mundo la superficie total de cebollas plantadas es de 2 millones de hectáreas, y la producción asciende a casi 33 millones de toneladas, según datos de infroagro. De esa cantidad, la Unión Europea produce unos 3 millones, siendo Alemania y Francia los principales importadores.
Propiedades, remedios caseros y mucho más
La cebolla es popular no solo por el sabor y el maridaje que tiene con prácticamente todos los platos de la gastronomía mundial. También por sus infinitas propiedades. Desde su popularización por las distintas civilizaciones, la cebolla ha sido usada por las múltiples propiedades medicinales que se encuentran entre sus capas.
En primer lugar, hay que destacar que se trata de un alimento muy ligero, ya que está compuesto principalmente por agua, carbohidratos y fibra. Solo contiene 38 calorías por cada 100 gramos.
Probablemente la característica más conocida de la cebolla es que es depurativa. La hortaliza, al ser rica en potasio pero baja en sodio, es diurética.
Además, es bastante digestiva, pues inhibe el desarrollo de bacterias y hongos en el intestino, además de ayudar a combatir el estreñimiento, la acidez o incluso previene el cáncer de colon. Sus propiedades antioxidantes también hacen que sea una buena opción para prevenir el cáncer de estómago. De hecho, según cuerpomente, las personas que consumen cebolla tienen un 40% menos de posibilidades de desarrollar este cáncer.
Es un alimento cardiosaludable y ayuda a la prevención del colesterol o los trombos. También de la diabetes, ya que estimula el páncreas y reduce el azúcar en sangre.
Por último, hay que destacar que la cebolla puede ayudar a curar resfriados. Sí, como lo oyes. Contiene propiedades antisépticas y mucolíticas que ayudan a respirar cuando se produce congestión e incluso asma. De hecho, un remedio casero para los resfriados que nuestros antepasados seguro usaban era dejar una cebolla cortada en la mesilla de noche cuando alguien estaba constipado. También maceraban cebollas durante un día en agua tibia para que la gente constipada la tomase antes de acostar y pudiera dormir y respirar bien.
Pero no solo propiedades, que podríamos denominar medicinales se le atribuyen a la cebolla. Recientemente en el mundo de las gurús de belleza y las influencers se ha hecho popular un remedio casero cosmético con cebolla. Se trata de cortar la cebolla en trozos muy pequeños e introducirla en nuestro champú habitual. Lejos de dejar un olor fuerte, lo que promete este truco es hacer crecer el cabello con más rapidez. ¿Y tu? ¿Te atreves a probarlo?
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