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Probablemente, en más de una ocasión te hayas preguntado por qué lloramos al cortar o pelar cebolla. No es porque sea un alimento tan rico que nos haga llorar de la emoción. Tiene una explicación científica. Si quieres descubrirla, sigue leyendo.
La mayoría de los platos de la dieta mediterránea llevan cebolla o son susceptibles de añadírsela. Se trata de un alimento muy versátil que combina con infinidad de platos y que además tiene muchas formas de cocinarse. No obstante, la cebolla tiene tantos fans como detractores. Y no es solo por una cuestión de gustos, por el eterno dilema entre añadirla o no a la tortilla, sino porque se trata de una hortaliza muy incómoda de manipular, pues su olor hace que lloremos, y no precisamente de emoción. Esta es su explicación:
Nuestro organismo, cuando pelamos o cortamos cebolla, incluso cuando la cocinamos, reacciona de tal manera que hace que nos piquen los ojos y terminemos derramando lágrimas. Esto sucede porque las cebollas contienen unas encimas llamadas alinasas. Dentro de las mismas hay azufre y cuando cortamos o pelamos una cebolla este azufre se libera. Su estado volátil hace que se difunda con facilidad por el aire.
La persona que corta esa cebolla respira esas partículas de aire con azufre, es decir, entra en contacto con todo nuestro cuerpo. La mezcla del azufre con la humedad de nuestros ojos hace que se produzca ácido sulfúrico, una composición química que nos hace escocer los ojos y, por tanto, llorar.
Nuestros ojos son una parte muy sensible del cuerpo. En ellos tenemos nervios que detectan la irritación de forma rápida y reaccionan para paliarla eficazmente haciendo que nuestros lagrimales liberen el líquido salado que conocemos como lágrimas. Estas ayudan a diluir ese ácido sulfúrico del que hablábamos y así proteger los ojos.
Truco para pelar una cebolla sin llorar
Aunque la explicación es bastante clara y poco podemos hacer ante los mecanismos de autodefensa de nuestro organismo, hay ciertos trucos que nos pueden ayudar a paliar el efecto que la cebolla provoca en nosotros.
- Cortar y pelar la cebolla debajo de agua fria. Si manipulamos la cebolla estando esta en contacto con el agua, las partículas de azufre no entrarán en contacto con nuestros ojos. El agua no lo permitirá. Nuestras manos no sentirán ningún picor siempre que no tengamos ninguna herida.
- Congelar la cebolla. El frío ralentiza la acción de las encimas de la cebolla por lo que tardarán más en entrar en contacto con la humedad de nuestros ojos. Con solo unos minutos que congeles la cebolla antes de manipularla será suficiente.
- Seguir un video viral de TikTok. Sí, has leído bien. El video que verás a continuación ha dado la vuelta al mundo por ser un truco rápido y sencillo para evitar lloros a la hora de cortar cebolla. Lo ha difundido James Rembo a través de Instagram, aunque fue en la red social TikTok donde se creó. La técnica es sencilla, dar un golpe seco a la cebolla para que la piel se desprenda con facilidad. Sin embargo, como una imagen vale más que mil palabras, os dejamos el vídeo para que juzguéis vosotros mismos la efectividad de este truco.
https://www.instagram.com/p/CBpEn_6HA1G/?utm_source=ig_web_copy_link
Ahora que ya sabes por qué lloramos al cortar cebolla, recuerda que si quieres comprar este alimento tan peculiar para elaborar cualquiera de tus platos favoritos, puedes conseguirlo de forma fácil y sencilla en mentta, el marketplace de referencia en productos frescos y artesanos. En un plazo de 24/48 horas te llevamos hasta la puerta de casa tus cebollas directamente de la huerta donde se cultivan, para que disfrutes de todo el sabor apostando por el comercio local.