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Contribuye a la protección hepática.

El Cardo mariano es una planta herbácea de la familia de las asteráceas. Son características sus hojas de color verde brillante con lóbulos espinosos y flores de color rosa intenso con brácteas. La parte activa de la planta son las semillas, muy ricas en silimarina, la sustancia activa principal de esta planta y que está formada para diferentes moléculas de flavanolignanos. Además, contiene flavonoides y otros nutrientes esenciales, como esteroles y mucílagos.

Tradicionalmente, el cardo mariano se ha utilizado como antioxidante y antihepatotóxico (previniendo el daño hepático). Esta acción se consigue por un lado impidiendo la penetración de los agentes tóxicos dentro de la célula (modificando su estructura exterior) y, por otro lado, estimulando la actividad de las sustancias que estimulan la regeneración de nuevas células en el hígado, útil en casos de inflamaciones hepáticas y favoreciendo una correcta funcionalidad de este órgano. Además, el cardo mariano es una captador de radicales libres en el organismo. El uso profiláctico con cardo mariano es más eficaz que el terapéutico, una vez ya se ha producido el daño en el hígado. La experiencia también ha demostrado su capacidad de uso en pacientes con trastornos gastrointestinales, reduciendo el meteorismo y aliviando la sensación de tensión y flatulencia en el tubo digestivo, incrementando a su vez el apetito y la capacidad física. También se ha demostrado su actividad anticolesterolémica y anticolestática.

PRINCIPALES INDICACIONES:

• Antioxidante.
• Protege el hígado.
• Reduce la acumulación de colesterol en la sangre.