Esta miel se obtiene a partir del néctar de una rica variedad de flores silvestres que crecen en los valles y montañas gallegas, lo que le otorga un sabor único, suave y delicadamente floral, con toques frutales y herbales. Su textura es cremosa y su color puede variar desde un ámbar claro hasta tonos más oscuros, dependiendo de las flores predominantes en la temporada de recolección. Rica en nutrientes y antioxidantes, la miel de flores gallega es ideal para endulzar de manera natural, aportando no solo sabor, sino también beneficios para la salud.