La Molletería de Antequera (Málaga) es una de las culpables de que la fama de los molletes esté cada vez más extendida en todo el territorio nacional. El negocio, creado por una familia de origen panadero, se basa en hacer a diario sus molletes de Antequera artesanos y enviarlos recién hechos en su envoltorio especial de atmósfera modificada. ¿Sabes qué tienen de especial o por qué son una opción perfecta para el desayuno? ¡Te lo contamos!
¿Cuándo y como nace la Molletería de Antequera?
El germen de la actual Molletería se remonta hasta 1948, cuando el abuelo de Antonio, dueño actual de la Molletería, abrió una panadería en Antequera. En aquella época, en la que el precio del pan podía estar intervenido por el gobierno, el mollete era un producto de lujo que solo se podía encontrar en este tipo de negocios. La panadería se mantuvo abierta hasta 1975 y es en ese ambiente de tahona el que marcó la vida de Antonio.
No fue hasta 2011 cuando Antonio decide volver a honrar a los orígenes familiares abriendo un negocio centrado en los molletes que nombró La Molletería de Antequera. «A pesar de que desde el primer día vendíamos a través de Internet, la mayoría de nuestras ventas se focalizaban en el entorno local y regional», explica el antequerano, para destacar que no fue hasta 2014 cuando se amplió el radio de acción real gracias un cambio innovador: la atmósfera modificada.
¿Qué es la atmósfera modificada y por qué es importante el horno de piedra?
«Uno de los principales problemas que teníamos con los molletes es el de la propia naturaleza del pan, que aguantaba 5 o 6 días en condiciones aptas para el consumo. Por ello apostamos por una máquina especial que crease una atmósfera modificada para así quitar el oxígeno del envoltorio y garantizar que el mollete aguante un total de 60 días antes de echarse a perder«.
Además, el elemento diferencial de La Molletería de Antequera con respecto a otros productores de molletes es que ellos cuentan con un horno de piedra donde cuecen a 220 grados el mollete durante un periodo de 5-6 minutos, consiguiendo una textura única. El proceso de elaboración lo controlan de principio a fin siguiendo paso a paso la receta tradicional.
¿Pero… qué es un mollete y cuál es su origen?
El origen de los molletes no está totalmente claro, pudo ser introducido por los musulmanes durante su estancia en la Península Ibérica o bien por la comunidad hebrea en la misma época al asemejarse al pan ácimo que utilizaban en sus celebraciones. En cualquier cosa, lo que sí es un hecho es que el primer registro escrito en el que se les menciona data de 1775 y está disponible online gracias al Archivo Histórico Municipal de Antequera.
Tal y como describe Antonio, el mollete es un pan aplanado, fino y de miga blanda que se elabora con los mismos ingredientes que un pan normal y cuyo principal atractivo radica en su textura. «Apenas tiene corteza, es muy fina y contrasta muy bien con una miga esponjosa y blandita. Eso sí, cuanto más lo tuestes más sensación de corteza tendrás.»
Aunque podemos encontrar otros puntos de la geografía nacional donde se elaboran molletes, como es el caso de los de Marchena, «no tienen las mismas características», detalla Antonio para explicar que su empresa se basa en la receta tradicional de la zona de Antequera, cuya fama ha ido in crescendo a lo largo del tiempo gracias al buen trabajo de los productores y de la calidad del propio producto.
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¿Con qué acompañar un mollete?
El mollete combina de maravilla tanto con dulce como con salado. Tradicionalmente, en la zona de Antequera y otras zonas de Andalucía, se toma con un chorrito de aceite de oliva (¿conoces los tipos de aceite que hay y cuál combinar mejor con las tostadas?) tomate o jamón serrano, aunque también se puede utilizar con mantequilla y mermelada o cremas como al estilo Nocilla al no ser un pan muy grueso que acapara todos los sabores.
Una cosa está clara según apunta Antonio, el mollete hay que tostarlo 2 o 3 minutos antes de consumirlo. «Cuando lo hacemos, no hay que abrirlo en dos sino que hay que tostar el mollete entero para conservar toda la esponjosidad interna de la miga». Bon apetit!
José Ruano Torres en 2017-12-18 11:20:48
Antonio: Los primeros molletes que comimos en casa se los compramos a tu queridísimo abuelo. Hoy estamos a algunos kilómetros de Antequera, pero cuando vamos por allá buscamos los clásicos. Por favor, danos la dirección para cuando vaya por nuestra Antequera ir a tu Casa para adquirirlos.
Son inmejorables.
Gracias y Saludos,