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Hay veces que la imperfección esconde, bajo ese disfraz semántico, una bonita paradoja. Es precisamente lo que ocurre con las mermeladas Mademi y sus únicas imperfecciones, nacidas al estar elaboradas a mano y en tiradas cortas. Por eso, aunque la receta es la misma, es posible que unas salgan un poquito más espesas, otras un pelín más cremosas y otras incluso con distintos matices porque el ingrediente que hay de temporada es de distinta variedad. Eso sí, hay una variable que siempre permanece inmutable: están buenísimas. ¡Si aún dudas, te contamos por qué tienes que probarlas! (En mentta las tienes disponibles)
¿Cuándo y cómo surge Mademi?
Mademi se ha tomado muy en serio lo que resume en tres sílabas: «made (by) me». Esta empresa nacida en 2013 en la capital de España, elabora sus mermeladas con un mimo y paciencia digno de aquellas antiguas hilanderas que se pegaban horas y horas delante del huso para hacer algo único. Esa mirada al pasado se refleja igualmente en la búsqueda de ingredientes nacionales de temporada y en la utilización de un 80% de frutas en cada mermelada, una cifra muy por encima de la media.
El quinteto titular de este fantástico grupo de profesionales lo componen Malu, Isma, Nieves, Laura y Sandra. Estas dos últimas son quizás los fichajes de más renombre en Mademi ya que vienen de estudiar Repostería en la prestigiosa escuela de alta cocina de referencia Le Cordon Bleu, el mismo que ha formado hasta 2015 a los finalistas y al ganador de Masterchef.
Una de sus fundadoras es Malu, quién reconoce que son un equipo dinámico y flexible. Pone el ejemplo de Laura, que actualmente está colaborando en una pastelería profesional de Barcelona, donde está sacando ideas y técnicas que después serán de ayuda para Mademi. Ella ha puesto todo su empeño y ganas en el proyecto, que compatibiliza con su trabajo de arquitecta. «Todo empezó en 2013, en una búsqueda de productos de calidad y artesanales que nos ayudasen a reconciliarnos con el producto contemporáneo».
[Tweet «El equipo de Mademi está compuesto por dos graduadas en Le Cordon Bleu»]
Y…¿por qué mermeladas?
Ante esta pregunta, Malu no titubea. «La mermelada tiene la ventaja que se elabora en conserva y que nos permitía más flexibilidad a la hora de producirla, sobre todo a los inicios en los que no dedicábamos tanto tiempo. Además es un producto muy versátil que, además de ser perfecto para el desayuno, también lo es para maridar con carnes, quesos, vinos o embutidos«.
De hecho, una de las mermeladas más demandadas es la de pimiento, lo que demuestra que cada vez son más los que se animan a probar sabores para platos más salados. En cualquier caso, hay otras mermeladas más clásicas que siguen arrasando en Mademi tal y como reconoce su fundadora; «Otra de las que más éxito tiene es la de manzana con canela, sobre todo entre las familia con público infantil porque se parece más a una compota».
¿Qué llevan las mermeladas de Mademi?
Los ingredientes de temporada y nacionales son uno de los distintivos de Mademi. Siempre intentan trabajar directamente con productores, salvo en casos en los que tienen que recurrir a la importación, que solamente ocurre en dos casos,»en el de los dátiles, que los traemos de Irán, y en el del vino de Oporto, que como es obvio, viene de Portugal».
Otro de los elementos diferenciales es el porcentaje de frutas (o verduras) que utilizan, cerca de un «80%» a los que hay que sumar un 15% azúcar y un 5% de limón aproximadamente. Malu anima a todos los clientes a revisar bien las etiquetas de las mermeladas que compren y comparar porque «hay marcas que no llegan al 50% de fruta», lo que también es un indicador del tipo de producto que estás comprando.
A pesar de que ya trabajan con algunos agricultores con género ecológico, el objetivo es dar un paso más y conseguir más ingredientes de este tipo de cultivo para conseguir el sello ecológico. Y es que, para Mademi, es muy importante esa ligazón con el producto natural, como ya ocurre por ejemplo con las frambuesas ecológicas que traen de Lozoya para una de sus mermeladas, que dura unos meses por la alta demanda que tienen.
10 mermeladas de sabores casi únicos
En total son 10 los sabores que tiene Mademi: manzana con canela, naranja amarga, vino de Oporto, pera el Pedro Ximenez, pimiento, higos con nueces, breva con vainilla, mora silvestre, dátiles y pistachos y frambuesa silvestre. Todos ellos disponibles en mentta.
El catálogo de Mademi está hecho con cabeza, corazón y paladar. Es decir, han querido apostar por sabores más tradicionales como puedan ser la naranja amarga o la frambuesa pero sin olvidarse a la vez de innovar y sacar al mercado sabores menos habituales como el higo con nueces o la breva con vainilla, por ejemplo. Al respecto, Malu tiene claro que están abiertos a todo tipo de públicos pero siempre dejando su sello.
Además, hace hincapié en otra de las características diferenciales de la marca, la ausencia de aromas y de pectina –un espesante–en las mermeladas ya que su intención es hacer todo de la forma más natural posible. Para la elección de los sabores Mademi, el equipo entero ha hecho muchas pruebas y han dado a probar a los clientes las mermeladas para conocer su feedback.
«Elaboramos todo de forma tradicional, cocinando a fuego lento y dando vueltas hasta que queda algo así como una reducción», detalla la creadora, para explicar que en casos como el del pimiento han llegado a utilizar 1 kg de pimiento para hacer una mermelada de 250 gramos. Malu adelanta que están trabajando en nuevos sabores como fresa con albahaca o una mermelada especial que incluirá cerveza artesana. Todas ellas, por supuesto, con sus debidas imperfecciones.